Hoy se va a hablar con Emilio Calvo, formador, coach, escritor y conferenciante que en sus talleres presenciales ha podido ayudar a personas que han vivido este tipo de violencia.
Emilio, ¿por qué no funciona lo que se está haciendo? ¿Por qué siguen aumentando los casos de violencia de género?
Porque se está actuando en el síntoma y no en la causa. Cuando tienes fiebre, la fiebre no es la enfermedad, solo es un síntoma. Detrás de cualquier caso de violencia de género hay dos personas con conflictos internos que necesitan ser abordados de otra manera. Si simplemente protegemos a la víctima y encerramos al maltratador, solo habremos puesto un parche.
El protocolo que se ha creado desde las autoridades busca proteger a la víctima ante todo. Desde ese ánimo se tiende a “sobreproteger”. Se le dice que no es responsable de lo que ha pasado. Que el sistema se ocupará de protegerla y ayudarla. Se le encasilla dentro de la palabra víctima y a veces se le da tantas ayudas y apoyo que se anula a la persona.
Fíjate que hablo del sistema y no de los profesionales que están dentro de él. La palabra víctima tiene una carga emocional que hace que la persona sienta que no hay nada que ella hubiera podido hacer para cambiar esa situación, y este es el problema de fondo que hace que los casos sigan aumentando.
¿Cuáles son entonces las causas y cómo trabajar en ellas?
Detrás de una persona que “permite” (de manera inconsciente) vivir malos tratos, suele haber personas con baja autoestima, poca seguridad en sí mismas, con heridas de abandono u otros traumas infantiles. El primer paso es identificar estas heridas, que como te comento están guardadas en el inconsciente, trabajar sobre ellas y que la persona entienda que ha sido ella (influida por estos traumas) quien consintió los malos tratos. Desde esa nueva perspectiva (que a muchos escandaliza) te aseguro que la persona se empodera y no vuelve a permitir estos comportamientos.
Me dirán que no se puede generalizar y que hay casos donde las circunstancias influyen tanto que la persona no tiene alternativas. Lo siento no creo en eso. Si ante la misma circunstancia dos personas actúan de manera diferente, siempre hay que buscar por qué actuamos, como actuamos más allá de las circunstancias.
¿No es peligroso que la persona maltratada se sienta responsable de lo que ha vivido?
En absoluto, siempre que se haga de la manera correcta y en el orden correcto. Una persona que, sin saberlo, se ha comportado de una manera porque su inconsciente le ha guiado, no es responsable de sus actos. Pero una vez que se le demuestra el porqué actuamos como actuamos, luego si llega el momento de que tome las riendas de su vida, se empodere, gane confianza y desde ahí si necesita tomar responsabilidad.
Esta nueva manera de abordar este problema, ¿se basa en estudios científicos o en evidencias contrastadas?
Me encanta que me hagas esta pregunta, porque he trabajado con asociaciones de mujeres maltratadas y esa era su primera duda. Hay miles de estudios científicos que te demuestran con una resonancia electromagnética cómo se modifica nuestra estructura cerebral cuando pasamos de un estado mental en el que nos creemos víctima sin que podamos hacer nada ante una situación, a cuando pasamos a ser responsables y líderes.
Cuando te sientes víctima de una situación, tu cuerpo está repleto de cortisol. Tu cerebro entra en modo de ataque-huida. Dejas de tener el control racional sobre tu respuesta.
Cuando pasas de víctima a responsable, sin embargo, generas endorfina, dopamina, serotonina, tu estado de ánimo cambia y tus acciones cambian.
Pero como te repito, esto es el segundo paso tras haber trabajado en las heridas de la infancia. Más allá de que esta manera de abordar el problema tiene toda la lógica psicológica y de que he visto casi un centenar de casos en los que el cambio ha sido brutal, he de decirte que estas herramientas no son mías y de que no solo se aplican en casos de maltratos.
A mí me sirvieron para salir de una profunda depresión. He visto como personas con varios intentos de suicidio hoy dirigen su vida y son felices. Y desde estos casos digamos más graves, estas herramientas también ayudan a personas que no tienen problemas tan fuertes: dejar atrás bloqueos, miedos, inseguridades, problemas para alcanzar objetivos, etc.
Nos decías antes que también hay que trabajar con el maltratador, ¿a qué te referías?
Pues es un poco de lo mismo. Si simplemente creemos que es un depravado, o un enfermo mental, y lo encerramos, cuando salga todo seguirá igual. Hay algunos casos donde el maltratador tiene un problema psiquiátrico grave y de difícil solución. Pero en la mayoría de las situaciones de violencia, si estudias los casos podrás ver, que son personas con heridas y traumas de la infancia que también necesitan ser trabajados y resueltos. ¿Tienen que pagar por lo que hicieron?. Por supuesto que sí, pero también necesitan entender qué programación inconsciente les llevó a actuar así.
Emilio, espero que seas consciente de que es un tema delicado actualmente y que este nuevo enfoque pueda generar dudas. Para ayudarnos a entenderlo mejor, ¿nos podrías poner un ejemplo concreto sin decir nombres?
Claro que sí, tengo docenas de ejemplos. Recuerdo, por ejemplo, a una mujer que vivió casi 20 años de continuados maltratos porque en su inconsciente tenía grabada una necesidad muy alta de seguridad y reconocimiento y no quería “defraudar” a sus padres y que todo el mundo se enterase de su situación. Vivió el primer momento de maltrato. De una manera muy tímida fue a hablar con su familia, estos desde su ignorancia le dijeron que eso eran cosas que se solucionaban dentro del matrimonio, y ella se sintió sola y abandonada. Prefirió callar.
Cuando empezamos a trabajar tuvo que hacer un trabajo para que su inconsciente culpara a sus padres por no haberla protegido, segundo perdonarles y comprenderles. Después, trabajó para interiorizar que ella podía haber elegido salir de allí, incluso sin el apoyo de los padres, solo por ella, y que si no lo hizo era porque estaba secuestrada por esas emociones inconscientes. Y desde ahí se hizo responsable, tomó el control. Denunció a su pareja, pero sin sentir odio hacia él, desde su fortaleza y desde un lugar de empoderamiento precioso, la pude ver crear una vida nueva. Es muy gratificante vivir estos procesos.
En conclusión, las personas que deseen conocer más sobre este profesional pueden entrar a su página web o seguirle en su cuenta de Instagram @emiliocalvocoaching.