El neuroma de Morton es una afección dolorosa que afecta los nervios que van hacia los dedos del pie, generalmente entre el tercer y cuarto dedo. Este neuroma se caracteriza por el engrosamiento del tejido que rodea los nervios y puede causar síntomas como dolor, ardor, hormigueo y sensación de tener una piedra en el zapato. En ese sentido, la clínica de podología Ariño está especializada en cirugía ecoguiada de Neuroma de Morton en Donostia – San Sebastián.
Tratamiento definitivo mediante radiofrecuencia ecoguiada
La radiofrecuencia es un tratamiento poco invasivo para el neuroma de Morton. La técnica consiste en aplicar calor en forma de energía de radiofrecuencia a través de una aguja especializada en el área afectada. Según el podólogo en Donostia Iker Ariño, este calor tiene como objetivo lesionar selectivamente los nervios responsables del dolor, interrumpiendo así su transmisión de señales dolorosas al cerebro.
El procedimiento de radiofrecuencia para el Neuroma de Morton en Clínica del Pie Ariño se realiza en un entorno ambulatorio y bajo anestesia local. A continuación, se describen los pasos generales del procedimiento. Para la preparación, el paciente se coloca en una posición adecuada y se desinfecta el área de tratamiento. A continuación, se administra anestesia local en la zona del neuroma para adormecer el área y minimizar cualquier molestia durante el procedimiento. Después se guía una aguja especializada mediante ecografía de alta definición hacia la ubicación precisa del neuroma. Estas técnicas ayudan a garantizar una colocación precisa de la aguja. Una vez que la aguja está correctamente posicionada, se aplica energía de radiofrecuencia en forma de calor a los nervios afectados durante un período de tiempo específico. El calor generado por la radiofrecuencia tiene como objetivo lesionar los nervios, lo que interrumpe su función y alivia el dolor. Finalmente, una vez que se ha completado el tratamiento, se retira la aguja y se aplica un vendaje o apósito en el sitio de la punción.
Los resultados del tratamiento
El paciente sale caminando sin necesidad de muletas ni bastones. No se colocan puntos. El dolor es mínimo por lo que no es necesaria la baja laboral.