En junio de 2020, en pleno despegue de la pandemia de coronavirus, la que era la residencia de estudiantes más grande de Oviedo, donde residían más de ochenta universitarios y 150 estudiantes MIR, tuvo que tomar la decisión más difícil de su historia: cerrar sus puertas provisionalmente. No les obligaron, pero los responsables del centro tuvieron claro que era lo más sensato, porque Ovida no era una residencia al uso, sino un centro intergeneracional: bajo su techo convivían mayores, jóvenes estudiantes y personas con discapacidad.
En ese momento no podían arriesgar la salud de los colectivos más vulnerables y así se lo hicieron saber a todos los familiares y residentes, que en todo momento apoyaron la decisión, mostrándose comprensivos y colaborativos. El resultado: ni un solo brote que lamentar en el centro.
Afortunadamente, después de más de un año de pandemia, la compañía ha podido sectorizar el centro e implementar todas las medidas de seguridad necesarias para que, por fin, los jóvenes puedan volver a pasar sus años universitarios en una residencia que, tras 12 años de andadura, se ha ido convirtiendo en la primera opción de los estudiantes que buscan un lugar donde vivir con todas las prestaciones (pensión completa, lavandería, piscina, buffet…) en el propio campus.
En este momento, la residencia ya ha completado sus plazas para estudiantes MIR y acaba de abrir toda la zona de estudiantes universitarios. “Estamos muy ilusionados con la reapertura, y las familias y estudiantes también, porque hasta hace poco no sabíamos si podríamos tenerlo todo listo para el nuevo curso, pero así ha sido y ya está todo en marcha”, declaró la directora del Centro Intergeneracional Ovida, Elsa Rodríguez Celemín.
Entre las novedades para el nuevo curso, se han remodelado habitaciones y apartamentos, se reabre la piscina cubierta, el gimnasio y todas las zonas comunes, que provisionalmente quedarán sectorizadas en exclusiva para la zona de estudiantes. En el centro se han organizado los espacios por burbujas de convivencia, de modo que las áreas comunes de estudiantes sólo serán para ellos, que además tendrán su propio portal de entrada a las habitaciones. “Nuestro principal objetivo en este momento es garantizar que los estudiantes sólo se tengan que preocupar de sus estudios y de disfrutar de su estancia en Asturias; nosotros les ofrecemos un espacio seguro y todas las comodidades”, recalcó Celemín.
El nuevo curso empezará en septiembre en la Universidad de Oviedo y el proceso de solicitud de plazas ya está abierto a través de la web del centro.