Desde que se fundó ZEISS hace 175 años, la curiosidad, la pasión y la precisión han inspirado a la compañía y a sus clientes y socios. Juntos, ZEISS y los ópticos-optometristas de todo el mundo han logrado, una y otra vez a lo largo de casi dos siglos, abrir nuevas perspectivas, transformar grandes desafíos en grandes oportunidades y hacer posible lo imposible.
Hasta el año 1880, Carl Zeiss se centró en la fabricación de microscopios. En 1908, Moritz von Rohr introdujo en ZEISS el concepto de «gafas como instrumento óptico». En colaboración con el óptico sueco Allvar Gullstrand, von Rohr dio los pasos necesarios para crear el área de Oftalmología: inventó las lentes oftálmicas de precisión PUNKTAL y fundó la división de optometría «Opto» en ZEISS.
Años más tarde, otra innovación de ZEISS marcaría nuevamente la historia de la Óptica. En 1935 se presentó una solicitud de patente, que se publicaría en 1939. Fue la primera del mundo para el tratamiento antirreflejante de lentes oftálmicas. La había desarrollado el profesor Alexander Smakula, director de laboratorio de Carl Zeiss desde 1934.
20 años después, el tratamiento antirreflejante culminó con éxito su proceso de acabado para lentes oftálmicas con el nombre de recubrimiento ET («Capa de transparencia simple»). En 1969, más del 70% de las lentes oftálmicas ya incorporaban revestimientos antirreflejantes.
Otro gran hito ZEISS en la historia de la óptica-oftálmica llegaba el 12 de mayo de 2000, cuando se lanzaron al mercado las primeras lentes progresivas. Las Gradal Individual se adaptaban, por primera vez en la historia de la Óptica, a las particularidades de cada usuario de gafas. La tecnología Free Form que hay detrás de la producción individual de lentes progresivas sigue siendo revolucionaria hoy en día, y permite que cada vez más personas vean mejor con rangos visuales más amplios y con una mejor tolerancia.
Durante los últimos 20 años, no sólo se ha producido un cambio significativo en las técnicas de refracción, los métodos de producción y los diseños ópticos de las lentes oftálmicas, sino también en las prestaciones exigidas por los usuarios de gafas.
Actualmente, la flexibilidad, la individualidad y la adaptabilidad de las lentes oftálmicas, son mayores que nunca. Ya sea con lentes progresivas precisas, la joya de la corona de ZEISS, lentes especialmente diseñadas para el mundo digital (la nueva gama SmartLife) o lentes para conducir (ZEISS DriveSafe), lograr la mejor visión para los pacientes ha sido siempre el objetivo esencial de ZEISS.
Desde 2020, ZEISS ha estructurado su catálogo de lentes en función de la demanda y los requisitos reales de la forma de mirar que tiene la sociedad actual. Las tecnologías y las prestaciones innovadoras se integran en el diseño de las lentes ZEISS SmartLife para ofrecer ventajas claras al usuario y para ayudar a los profesionales de la salud ocular en sus consultas y actividades de venta.
Pero también la aportación de ZEISS en cuanto a nuevos materiales ha contribuido a mejorar la salud ocular de la sociedad. Desde 2018, todas las lentes transparentes de ZEISS ofrecen un nivel de protección UV de hasta 400 nm, como el de las gafas de sol, algo que reduce el riesgo de sufrir cataratas, la enfermedad de la vista más habitual a largo plazo, y también previene el cáncer de piel.
El uso de dispositivos electrónicos, tanto de pequeño como de gran formato, modifica los hábitos de visualización. Con ZEISS BlueGuard ha introducido en el mercado una nueva generación de lentes para bloquear la luz azul con el objetivo de abordar el consumo actual de tecnología y productos digitales. Las propiedades de bloqueo de la luz azul ahora se incorporan al material de la lente. Como resultado, las lentes ZEISS BlueGuard garantizan una excelente claridad y el bloqueo de hasta el 40 por ciento de la luz azul potencialmente perjudicial e irritante en la longitud de onda entre 400 y 455 nanómetros (nm), que está relacionada con la fatiga ocular digital.
Pero, más allá de sus productos, la empresa también se distingue por su compromiso con la ciencia. Con la creación de la Fundación Carl Zeiss por Ernst Abbe en 1889, con el apoyo de Otto Schott, la responsabilidad corporativa comenzó, prácticamente desde su inicio, a formar parte de ZEISS como elemento esencial.
Para ZEISS, éste es un pilar fundamental, que sigue siendo una base esencial para crear innovaciones para el mundo de la óptica (oftálmica) que ofrecen a los clientes y consumidores un valor añadido real. Más de 34.000 empleados de todo el mundo trabajan en la actualidad en este día a día.