Como buena alternativa al hogar, se encuentran las residencias de mayores. Muy alejadas de los estereotipos y de prejuicios que aún siguen existiendo, las residencias de mayores ofrecen servicios asistenciales de calidad a las personas que no pueden vivir en casa. Allí, los profesionales cuentan con los conocimientos necesarios para mejorar la calidad de vida de los mayores. Mejorando, a la vez, la calidad de vida de muchas familias.
Los expertos de miResi, la mayor red de residencias de calidad de España, explican cuáles son las ventajas de vivir en una residencia y por qué es la mejor opción para muchas familias que buscan los mejores cuidados para sus familiares.
¿Por qué vivir en una residencia?
Las residencias son centros donde los mayores pueden vivir de manera temporal o permanente cuando por alguna razón no pueden seguir viviendo en casa. Las razones pueden ser muy variadas, pero normalmente suelen ser sociales y familiares. El estilo de vida actual no permite poder cuidar a los mayores en casa. Y en muchas ocasiones éstos necesitan unos cuidados especiales ya que empiezan a tener problemas relacionados con la tercera edad.
Por ello, las residencias tienen el objetivo de cuidar de la salud y el bienestar de los mayores. Además, buscan generar confianza y tranquilidad en las familias que quieren los mejores cuidados para sus mayores.
Es por ello que vivir en una residencia es una excelente opción para los mayores que necesitan ayuda asistencial de forma continuada. Allí, reciben ayuda de manera individualizada y tienen todas sus necesidades bien cubiertas. Además, es igual de importante que las familias descansen, así podrán seguir cuidando a los mayores de la manera más adecuada.
10 Ventajas de vivir una residencia de ancianos
Como expertos y líderes en el cuidado de los mayores, miResi ofrece 10 razones por las que vivir en una residencia de ancianos es una buena opción.
Atención médica personalizada. Las residencias de mayores cuentan con personal especializado en el tratamiento de las patologías de la tercera edad. De esta manera, su salud está controlada y si necesitan ayuda en algún aspecto en concreto, los profesionales saben cómo actuar. Además, cada mayor recibe los cuidados adaptados a sus propias necesidades.
Cuidado personal. Cuando se llega a la tercera edad, puede ser que el aspecto físico y personal se descuide. En las residencias, el personal experto en geriatría se encarga de que los mayores estén bien aseados y limpios. Es posible que en casa los mayores ya no pudieran asearse de manera independiente y de manera correcta. De esta manera, se garantiza el bienestar tanto físico como mental.
Envejecimiento activo. En los geriátricos existen actividades y programas de ocio que tienen el objetivo de mantener y mejorar la autonomía e independencia de los mayores. Les ayudan a mejorar las capacidades físicas y mentales. De este modo, los mayores trabajan por un envejecimiento activo que les permita ser autónomos durante el mayor tiempo posible.
Entornos seguros. Por lo general, las viviendas de los mayores no disponen de las adaptaciones necesarias para que puedan moverse de manera segura. Por el contrario, las residencias están adaptadas a las necesidades de movilidad de los mayores. Esto hace que puedan moverse de manera segura, fomentando su autonomía e independencia.
Mejoran las relaciones sociales. Una de las cosas más importantes de las residencias es que promueven las relaciones sociales. Allí se establecen relaciones con otros mayores como con el personal de la residencia. Los mayores sufren riesgo de caer en la soledad cuando viven solos, por eso la labor de las residencias es tan importante.
Buena alimentación. Los mayores necesitan una alimentación adecuada que en muchas ocasiones no se ve cubierta. Por eso, en las residencias los menús están elaborados por profesionales que entienden las necesidades alimentarias de la tercera edad. Esto ayuda a que su salud se mantenga estable y se eviten problemas digestivos.
Control de la medicación. Las personas mayores toman varios medicamentos para el tratamiento de diferentes enfermedades y dolencias. En muchas ocasiones no llevan un buen control, ya que se les olvida o no saben bien cómo hacerlo. Por eso es importante el valor que añaden las residencias. Los profesionales de enfermería ayudan al suministro y control de los medicamentos, garantizando la salud de los mayores en todo momento.
Prevención de enfermedades y patologías. En los centros residenciales se trabaja de manera especializada en retrasar la aparición de patologías como Alzheimer, Parkinson u otras demencias. En muchos casos es inevitable, pero con un buen tratamiento se puede mejorar considerablemente la vida de los mayores.
Vida digna. Las residencias para mayores permiten que los mayores puedan seguir teniendo una vida digna, fomentando su independencia y relaciones sociales. El aislamiento y la falta de desarrollo de sus capacidades que sufren al vivir solos hace que pierdan muchas capacidades.
Tranquilidad familiar. Por último, las residencias permiten que las familias también puedan estar tranquilas y puedan seguir con sus vidas. Sabiendo que sus mayores están bien cuidados en las residencias, la sensación de tranquilidad y seguridad es plena. Además, se puede acudir a visitarlos en cualquier momento. De esta manera, tanto mayores como familias mejoran considerablemente su calidad de vida.
En miResi ofrecen, de manera gratuita e individualizada, ayuda en la búsqueda de la residencia más adecuada. Hacen un estudio del caso, del mayor y sus necesidades. Posteriormente, muestran las opciones que más se ajustan al caso y ofrecen apoyo en las tareas de ingreso y postingreso.