Para un gran número de empresas, llegar a obtener altos índices de productividad en sus empleados puede ser un gran desafío si no cuentan con una gestión profesional de Recursos Humanos. La rápida evolución del mercado laboral, los cambios legislativos frecuentes y la necesidad de adaptarse a nuevas tecnologías y expectativas de los empleados, son solo algunos de los problemas más comunes en las organizaciones y que se traducen en dificultades para atraer y retener talento, manejar la complejidad administrativa y responder de manera eficaz a las fluctuaciones del entorno empresarial.
Por tal motivo, muchas organizaciones optan por soluciones como la externalización del departamento de Recursos Humanos o el interim manager para fortalecer su gestión de personas y enfocarse en el desarrollo de su actividad principal. Desde AdelantTa, consultora especializada en la externalización del departamento de RRHH, formación y selección, explican las diferencias entre estas dos opciones y cómo se pueden complementar para aportar valor a las empresas.
Alternativas de gestión profesional de los RRHH
El interim manager es un ejecutivo temporal contratado para liderar cambios estratégicos o gestionar proyectos específicos dentro de la empresa. Este profesional trabaja desde dentro de la organización, a menudo con presencia en la sede, ya sea a tiempo completo o parcial. Los interim managers, con su experiencia en la dirección de otras organizaciones y en entornos nacionales e internacionales, ofrecen una perspectiva imparcial y efectiva. “Esta figura es ideal cuando la empresa necesita liderazgo directo y experiencia operativa para superar un desafío específico, implementar cambios rápidos o manejar situaciones críticas”, destaca Juan Carlos Sánchez, director general de AdelantTa.
Por otro lado, la externalización implica delegar la totalidad o partes del departamento de RRHH a una empresa especializada. Esta opción es más adecuada para la gestión continua y sistemática de las operaciones de RRHH, ya que permite a la compañía acceder a un amplio rango de servicios y experiencia sin los costes asociados a mantener un equipo completo internamente. «La externalización es perfecta cuando se busca optimizar recursos y mejorar procesos a largo plazo sin la carga de manejar estas tareas internamente», explica Vanesa Velasco, directora de operaciones de la firma.
Soluciones complementarias
El uso de un interim manager y la externalización del departamento de RRHH pueden ser estrategias altamente complementarias. «Un interim manager puede establecer la dirección y estrategia que luego es mantenida y ejecutada por el equipo externalizado, asegurando una transición suave y efectiva de las políticas y procedimientos», indica Juan Carlos Sánchez.
La combinación de ambos enfoques permite a las empresas adaptarse rápidamente a los cambios, implementar mejoras sustanciales y asegurar una gestión de recursos humanos eficaz y sostenible. Esta estrategia es especialmente valiosa en pymes que necesitan flexibilidad y especialización sin comprometer el rendimiento operativo.
Por tanto, mientras el interim manager ofrece un liderazgo focalizado y temporal, la externalización proporciona una solución duradera y eficiente para las operaciones de RRHH, permitiendo que la empresa se concentre en su desarrollo económico y estratégico.