Las células madre mesenquinmales, citoquinas o factores de crecimiento se extraen del propio paciente antes de implantarlas. Al extraerse de la misma persona, el riesgo de rechazo es mínimo, casi inexistente.
De todos modos, hay que tomar medidas de seguridad al realizar el procedimiento:
¿Qué precauciones se deben tener a la hora de realizar infiltraciones con células madre y cómo se guía por ultrasonidos o fluoroscopio?
En la aplicación de terapias biológicas es fundamental tomar precauciones adecuadas al realizar las infiltraciones y además utilizar herramientas de guía precisas, como el ultrasonido o el fluoroscopio.
En primer lugar, es esencial que la realización de infiltraciones con células madre mesenquimales sea llevada a cabo por profesionales médicos capacitados y experimentados en este campo. Estos especialistas deben tener un conocimiento profundo de la anatomía y fisiología del área a tratar, así como de las técnicas adecuadas de infiltración. Deben seguir protocolos estandarizados y cumplir con los estándares de seguridad establecidos.
Una de las precauciones principales es garantizar la esterilidad durante el procedimiento. Se deben utilizar técnicas asépticas rigurosas para prevenir infecciones y complicaciones. Esto implica asegurarse de que tanto el equipo utilizado como el entorno de trabajo estén limpios y desinfectados adecuadamente. Además, se deben seguir las pautas para la manipulación segura de las células madre mesenquimales y otros materiales utilizados en el procedimiento.
La guía por ultrasonidos o fluoroscopio desempeña un papel crucial en el proceso de infiltración de células madre mesenquimales. Estas técnicas permiten una visualización en tiempo real de la estructura anatómica y la ubicación precisa de la inyección. El uso del ultrasonido ofrece la ventaja de ser una técnica no invasiva que utiliza ondas sonoras para crear imágenes de partes blandas (tendones, músculo…) en tiempo real. Por otro lado, el fluoroscopio utiliza rayos X para obtener imágenes en movimiento de alta resolución, y es ideal para visualizar las estructuras óseas.
Al utilizar la guía por ultrasonidos o fluoroscopio, se mejora la precisión y la seguridad del procedimiento, ya que se puede verificar que la inyección se realice en el lugar correcto y evitar dañar estructuras adyacentes. Esto minimiza el riesgo de complicaciones y maximiza la eficacia del tratamiento.