Diversas afecciones neurológicas, como el ictus, pueden incidir directamente en el funcionamiento del cerebro humano y, por ende, en la pronta capacidad motora del individuo. Por tal razón, la Sociedad Española de Neurología enfatiza la importancia de adoptar hábitos saludables como medida preventiva o mitigadora de riesgos ante estas enfermedades. Es crucial tener en cuenta que estas afecciones constituyen una urgencia médica que demanda atención inmediata y un proceso de rehabilitación posterior.
Un ejemplo ilustrativo es el caso de Enrique, un hombre de 66 años que padeció un ictus y que acudió a la prestigiosa clínica bilbaína Movex Clinics para su tratamiento. Su recuperación de la movilidad en las extremidades fue posible gracias a su notable resiliencia y al acompañamiento de un equipo de fisioterapeutas reconocido por su enfoque empático y personalizado hacia los pacientes. Este equipo empleó técnicas de rehabilitación neurológica de vanguardia, respaldadas por una certificación en el manejo de los exoesqueletos de GOGOA, tras una formación especializada.
Principales causas del ictus
En primer lugar, existen muchos factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir un ictus y no pueden ser controlados; factores como la edad, la historia clínica familiar, la raza o el sexo. Sin embargo, la mayor parte de los agentes que incrementan el riesgo pueden ser cambiados, tratados o modificados.
En el caso de la edad avanzada, se considera que después de los 55 años, por cada diez años se duplica el riesgo de padecer ictus, aunque esto no significa que las personas jóvenes no puedan sufrir de esta enfermedad. Por otra parte, aunque el sexo puede no ser un factor discriminante, se ha comprobado que más de la mitad de las muertes son en mujeres. El riesgo de sufrir un ictus puede aumentar si alguna persona de la familia lo ha padecido antes. Otro factor puede ser la presión sanguínea elevada, ya que aproximadamente un 70% de los ictus son a causa de la hipertensión.
¿A cuántas personas afecta el ictus?
De acuerdo a numerosas estadísticas, cada seis minutos se produce un ictus en España, cada 14 minutos muere un paciente por ictus y una de cada seis personas lo sufrirá a lo largo de su vida. Así, esta es la segunda causa de muerte más frecuente en el mundo, responsable de más de seis millones de muertes al año en España.
El ictus es la principal causa de discapacidad física en adultos mayores y la segunda en deterioro cognitivo, además de ser la enfermedad más discapacitante entre todas las enfermedades neurológicas conocidas. Según el mecanismo de la lesión, se distinguen dos tipos: el isquémico y el hemorrágico, siendo la isquemia cerebral la más común, abarcando un 85% los casos, a diferencia de la hemorragia cerebral, que solo comprende el 15%.
Por ello, es de vital importancia identificar qué ha producido el ictus, ya que este será el factor determinante a la hora de precisar el tratamiento y el plan terapéutico para evitar que se repita.