En los últimos años, los fabricantes han olvidado la política de las cuotas de mercado a base de grandes volúmenes de ventas y van a la rentabilidad. Es decir, menos ventas, pero más ingresos. ¿Cómo se consigue esto? Con coches más caros. Como consecuencia de esta tendencia han desaparecido versiones económicas de algunos modelos y en la mente de muchos, lo de adquirir automóvil se ha convertido en “algo de ricos”. Pero no hay que desesperarse. Todavía hay modelos muy interesantes por 20.000 euros.
En la revista digital MOTORLIFE hacen una selección de cinco coches con este precio. Se trata de modelos polivalentes con etiquetas C y ECO. Es posible que todavía existan muchas dudas sobre si optar por una versión con etiqueta C o por una ECO.
Resumiendo mucho, un coche con etiqueta C puede ser gasolina o diésel y no tiene ningún tipo de hibridación. Uno con etiqueta ECO, a día de hoy, puede ser gasolina y diésel y tener motor eléctrico. También, puede ser gasolina y gas, tanto GLP como GNC.
En la actualidad, la conciencia sobre el medio ambiente y la eficiencia en el consumo de combustible están en constante crecimiento. Los gobiernos y las instituciones de todo el mundo están adoptando medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y promover una movilidad más sostenible.
En este contexto, las etiquetas ECO y C se han convertido en una parte fundamental del paisaje automovilístico, indicando el nivel de eficiencia y respeto ambiental de un vehículo. Hay pocas marcas que no tengan algún coche con etiqueta ECO.
Sin duda, la elección entre uno u otro dependerá de las necesidades del conductor, el presupuesto y las consideraciones ambientales. A medida que la tecnología avanza y las opciones en el mercado siguen evolucionando, es probable que la balanza entre estos dos tipos de vehículos continúe cambiando y, raro sería, que no se incline aún más hacia los ECO.
Etiqueta ECO: ventajas
Emisiones de CO₂ y contaminantes locales: Los vehículos con etiqueta C tienden a tener emisiones de CO₂ más altas en comparación con los vehículos electrificados ECO.
Costes de combustible: A largo plazo, el costo de operación de un vehículo C puede ser más alto debido al gasto continuo en combustible, especialmente si los precios del petróleo aumentan.
Mayor dependencia de los combustibles fósiles: Los vehículos con etiqueta C mantienen la dependencia de los combustibles fósiles, lo que puede ser problemático en un contexto de cambio climático y agotamiento de recursos naturales.
Incentivos fiscales limitados: En algunos lugares, los vehículos con etiqueta C no disfrutan de los mismos incentivos fiscales que los vehículos ECO, lo que puede hacer que su compra sea menos atractiva desde el punto de vista económico.
Restricciones de acceso: En algunas ciudades, los vehículos con etiqueta C pueden sufrir restricciones de acceso a zonas urbanas con alta congestión o problemas de calidad del aire.
Etiqueta ECO: inconvenientes
Coste inicial: Los autos ECO tienden a tener un costo inicial más alto debido a la tecnología adicional necesaria para reducir las emisiones y mejorar la eficiencia, aunque en el informe de MOTORLIFE muestran modelos que no superan esos 20.000 euros.
Autonomía limitada: Los vehículos con etiqueta «ECO» tienen una autonomía limitada en su batería, tanto que no suelen poder mover el coche por sí mismas. Son un apoyo al motor de combustión y funcionan como generador para las funciones del coche cuando el motor de combustión se apaga en determinadas situaciones de ahorro de combustible.