El consumo de bebidas adulteradas con drogas de sumisión química, se ha convertido en un problema alarmante. Estas sustancias, como el GHB, la ketamina o la escopolamina, se utilizan para incapacitar a las víctimas, poniendo en riesgo su seguridad física y emocional.
Por tal motivo, detectar y actuar a tiempo es crucial para minimizar los daños.
Síntomas y efectos de las drogas de sumisión química
Los efectos de estas sustancias pueden comenzar entre 15 y 30 minutos después de su consumo y durar varias horas. Entre los síntomas más comunes se encuentran la pérdida de inhibición o control, mareos, náuseas y dificultad para moverse, problemas visuales y confusión mental y pérdida de memoria temporal, conocida como amnesia anterógrada.
En casos graves, la víctima puede perder el conocimiento, dificultando saber el alcance total de los efectos. Incluso después de una noche de descanso, pueden persistir síntomas como debilidad y desorientación.
Cómo actuar en casos de sospechas por adulteración de bebidas
En casos de sospecha por adulteración de bebidas, los expertos recomiendan prestar atención a una serie de pasos. En primer lugar, reconocer los síntomas resulta clave. Si se experimenta una sensación de embriaguez desproporcionada o extraña tras consumir una cantidad reducida de alcohol, estas señales no deben ser ignoradas bajo ninguna circunstancia.
Además, es importante buscar ayuda lo antes posible. Se aconseja informar a alguien de confianza, como un amigo, el personal del establecimiento o seguridad. En situaciones donde no sea posible contar con acompañamiento, resulta fundamental contactar con un conocido de confianza y dirigirse de inmediato a un lugar seguro, evitando aceptar ayuda de desconocidos.
Por último, se recomienda proceder con una denuncia ante la policía a la mayor brevedad. Es esencial solicitar análisis de sangre y orina, dado que las sustancias involucradas en estos casos, como el GHB, pueden abandonar el organismo rápidamente, en ocasiones en tan solo 12 horas.
Prevención y herramientas útiles
Para evitar estas situaciones, es importante nunca perder de vista la bebida, rechazar bebidas de desconocidos y evitar bebidas colectivas. Si es posible, es esencial utilizar la solución Drinks Guard que detecta la presencia de sustancias químicas en la bebida de manera rápida y precisa. Esta herramienta es distribuida por Guardians of Beauty y está en venta ya en farmacias.
La adulteración de bebidas no solo vulnera derechos fundamentales, sino que pone en riesgo la vida. Estar informado, actuar con rapidez y tomar medidas preventivas son claves para protegerse de este peligro creciente.