Cuánto cuesta una boda en 2025 y 2026

2025 es un año de preparativos para las parejas de prometidos que celebran su boda en los próximos 11 meses o en 2026. Antes de que tenga lugar la elección de los diferentes proveedores que darán forma al enlace, conviene definir una presupuesto global que permita a los novios organizar sus gastos y decidir en qué desean invertir y en qué no. Son muy numerosos los servicios imprescindibles en los que los protagonistas deben invertir y todos ellos pasan por entender qué tipo de celebración desean. Para resolver las dudas que surgen en torno a las diferentes partidas, profundizamos en las recomendaciones de la wedding planner Sabela Gómez, el gerente de Hacienda Molino Blanco, Mattia Farumi De Poli, la diseñadora de vestidos de novia Valérie Moreau y el equipo de Fotograma Fotógrafos.

“Lo primero y más importante es ser realistas con el dinero que se tiene disponible. ¿Qué cantidad están dispuestos a invertir sin perder de vista su tranquilidad económica después de la boda? Esto es algo que la pareja tiene que hablar con sinceridad y claridad entre ellos y, si es el caso, con las familias. Una vez tengan definido ese «tope», han de pensar también en el número de invitados: no es lo mismo planificar una boda para 50 personas que para 200”, introduce Sabela Gómez. No todos los enlaces y celebraciones son iguales, por eso conviene definir el tipo de celebración que la pareja desea antes de lanzarse a la aventura sin cuadrar los números. “¿Buscáis algo íntimo y sencillo o una gran celebración llena de detalles? Cada elección tendrá un impacto directo en el presupuesto. Además, pensad en dónde queréis casaros; no es lo mismo celebrar una boda en una finca privada que en un evento urbano o en un destino especial. Todo esto debe ir bien calculado desde el principio”, asegura la wedding planner.

Es cierto que existen partidas más costosas que otras, por lo que es importante tener presente en qué es imprescindible invertir. El catering es, quizá, una de las partidas más importantes, porque el menú vendrá determinado por el perfil de invitado y el número. «Me gusta recordarle a las parejas algo muy importante: en una boda auténtica y especial, lo que de verdad marca la diferencia es aquello que los representa como pareja y que hará que ellos y los asistentes disfruten al máximo. Las partidas que más impactan emocionalmente, y a las que recomiendo dedicar mayor parte del presupuesto, suelen ser tres: la gastronomía, la localización y la decoración. Una buena comida o cena será uno de los recuerdos más comentados por los invitados. No tiene que ser exagerado, pero sí algo bien diseñado y presentado. El espacio debe transmitir la esencia de la boda de cada pareja y ser perfecto para el tipo de experiencia que quieren crear. También es importante elegir todo aquello que crea magia visual: desde las flores hasta la iluminación o la decoración. Pequeños detalles bien pensados que transforman el ambiente y dejan a todo el mundo sin palabras”, indica Sabela Gómez. Porque para ella es más importante priorizar calidad frente a cantidad: “no hace falta poner dinero en todo, pero lo que elijan, que sea memorable”.

A propósito del espacio de boda que, junto a la fecha, es una de las primeras cuestiones a seleccionar, Mattia Farumi De Poli, de Hacienda Molino Blanco señala la importancia de la elección de esa localización perfecta. “Debemos tener en cuenta que la experiencia de un invitado comienza por la elección de un enclave que esté correctamente acondicionado. Un espacio que pueda ofrecer unos baños que puedan albergar a los asistentes, que cuente con plan B si el tiempo no acompaña, que cuente con un acceso cómodo para coches y autobuses, que ofrezca buenas comodidades en zonas que no se ven a simple vista, como la cocina para el catering, porque este tipo de detalles marcan verdaderamente la diferencia”, señala el experto. 

Es cierto, comenta el gerente de Hacienda Molino Blanco, que los precios en cuanto a la localización de una boda parten desde los 1.000 euros (porque existen restaurantes y enclaves pensados para bodas muy reducidas en aforo) hasta los 8.000 euros (o incluso más en ubicaciones muy exclusivas), pero la media ronda los 3.000 euros. “Sí, es una partida costosa, pero siempre conviene invertir en ella y dedicarle tiempo a meditar la opción más apropiada para el tipo de enlace a celebrar”, apunta el gerente de Hacienda Molino Blanco. “Porque, además de ser muy condicionante para el desarrollo de todo el gran día, las fechas vuelan, el calendario se llena y un enclave actualizado, renovado y con una atención minuciosa por las parejas no es sencillo de encontrar. Por eso siempre recomiendo que, cuando los novios sientan una conexión con ese lugar en el que imaginan su enlace con ilusión, no dejen pasar el tren de festejar allí o de perder la disponibilidad”, indica de nuevo Mattia Farumi De Poli.

Otro elemento indispensable al que las novias dedican mucho tiempo, aunque no siempre excesivo presupuesto, es el vestido. Para no fallar o arrepentirse de la inversión conviene tener en cuenta algunos detalles, que desvela la diseñadora Valérie Moreau. “Fíjate en reseñas verificadas de otras clientas (plataformas con reseñas reales). Aprovecha para ver qué forma de trabajar tiene el diseñador, si acepta adaptarse al estilo de su clienta o solo diseña trajes que vayan con su estilo personal y no se sale de allí. De ser esto último, asegúrate de que el diseñador que escojas congenie contigo a nivel de estilo. Por ejemplo, en Valérie Moreau adaptamos cada propuesta a cada novia, creemos que es importante que cada una vaya con su propio estilo. Por último, mira los precios que maneja para no ir a ver uno que se te vaya de precio y acabes decepcionándote”.

En lo que se refiere al coste de los vestidos de novia existen firmas con colecciones muy sencillas para bodas civiles que parten desde los 500 euros, señala la experta, pero lo habitual es que las novias inviertan un mínimo de 1000 euros en su diseño. “Todo depende de cada taller. Ofrecemos trajes de colección fija (en los que se cambian detalles) desde 730€ y los trajes exclusivos diseñados desde cero para cada novia empiezan en 2600€ (a estas novias, les ofrecemos nuestro programa de novia perfecta, muy completo”, apunta Valérie Moreau. Ella misma confirma que esta es una partida muy relevante, en la que no se debe escatimar, en la medida de lo posible: “aparecerá en todas las fotos y vídeos y se quedará para siempre, al contrario de otros elementos y servicios”, recuerda. Es precisamente la fotografía, que en España es una partida con precio que se ubica entre los 1.200 y los 3.500 euros por una boda, la partida que es considerada, por un mayor número de expertos, como la más importante. «La fotografía es el recuerdo que quedará del enlace y resulta fundamental escoger este proveedor teniendo en cuenta el estilo y tipo de edición que más convenza a los novios, no es una cuestión que deba dejarse al azar o estar específicamente estudiada en el presupuesto. Mejor no escatimar en ello», recalcan desde Fotograma Fotógrafos.

Por ello, la pregunta es obligada, ¿en qué se puede ahorrar? “En los invitados, pues reducir el número de asistentes es la forma más eficiente de recortar en el presupuesto. Una boda íntima suele ser muy auténtica y especial. También se puede ahorrar en los regalos para los invitados, pues los novios pueden optar por algo original, como un detalle gastronómico o donar una parte a beneficio de alguna causa que os importe. Y en evitar el segundo y tercer cambio de look”, apostilla Sabela Gómez. La profesional concluye avisando que no merece la pena ahorrar en partidas de peso, que influyen en el recuerdo que queda del día: “aunque sea una inversión alta, hay que apostar por un equipo profesional de fotografía y vídeo. Este día pasa rapidísimo, y estas imágenes serán la mayor inversión emocional a largo plazo. También hay que invertir en un buen catering, desde el aperitivo hasta el postre, porque una mala experiencia con la comida puede deslucir el evento, así que es clave. Y por último, en una organización profesional. Puede parecer un gasto, pero un wedding planner experto optimizará el presupuesto y evitará sorpresas y estrés innecesarios”, concluye.

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