Existen obras y reformas donde en ocasiones se utilizan andamios sin homologar, a veces por desconocimiento de la normativa y otras en un intento de abaratar los costes de material. Sin embargo, es importante destacar que esta práctica acarrea varios riesgos en materia de seguridad.
¿En qué consiste la homologación de un andamio?Desde Alufase.es explican que la homologación es una certificación que avala la calidad y la seguridad de un andamio, garantizando que su uso es seguro para los trabajos en altura. La homologación implica el cumplimiento de normas de fabricación como las EN 12810 y EN 12811, además de respetar lo establecido en el Real Decreto, 2177 / 2004: Disposiciones mínimas de seguridad y salud para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo, en materia de trabajos temporales en altura, que establece lo siguiente:
Los andamios, así como sus plataformas, pasarelas y escaleras, deberán ajustarse a lo establecido en su normativa específica.
Para conseguir la homologación, los andamios superan una serie de test donde se ponen a prueba aspectos como su resistencia a cargas, su estabilidad o su duración. Solo tras superar todas estas pruebas, un organismo acreditado emite el correspondiente certificado de homologación.
Además, en algunos casos la homologación no es el único requisito exigible al andamio, sino que puede ser necesario un plan de montaje y desmontaje. Así lo marca la Ley:
En función de la complejidad del andamio elegido, deberá elaborarse un plan de montaje, de utilización y de desmontaje. Este plan deberá ser realizados por una persona con una formación universitaria que lo habilite para la realización de estas actividades. Este plan podrá adoptar la forma de un plan de aplicación generalizada, completado con elementos correspondientes a los detalles específicos del andamio de que se trate.
La importancia de usar andamios homologadosLos expertos destacan la importancia de utilizar solo andamios homologados, independientemente del tipo de trabajo en altura que haya que realizar. La homologación no solo es un requisito legal, sino que es la única garantía oficial de que el andamio es fiable y puede usarse con seguridad.
Conviene tener en cuenta además que los certificados de homologación tienen fecha de caducidad, por lo que es necesario renovarlo cada cierto tiempo. Asimismo, a la hora de adquirir un andamio de segunda mano es obligatorio cerciorarse de que su homologación sigue vigente.
Para evitar problemas se recomienda problemas en la compra de andamios se recomienda acudir siempre a empresas de confianza, como Alufase, que cuenta con andamios que cumplen con los principales estándares de seguridad a nivel nacional e internacional, aparte de ofrecer 10 años de garantía contra defectos de fabricación