Vivus es una entidad que se especializa en microcréditos rápidos y que se ha convertido en una oportunidad para muchas personas. El principal objetivo según la compañía es ofrecer financiamiento de fácil acceso. La institución forma parte de la Asociación Española de Micropréstamos (Aemip), lo que en teoría habla de sus buenas prácticas.
Sin embargo, la trayectoria de esta empresa y otras que se encargan de conceder microcréditos rápidos, se ha visto empañada por la polémica. Estas prácticas se han puesto en tela de juicio y han sido calificadas de usureras. El principal problema son los altos intereses que cobran por sus préstamos.
Decisiones judiciales que han influenciado a los microcréditos
El 26 de mayo del año pasado, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Cádiz, emitió un fallo trascendental. Sentenció la nulidad “absoluta radical y originaria” de 15 créditos otorgados por Vivus Finance, ya que se consideró que las condiciones otorgadas eran usureras. Según el tribunal, la tasa de interés aplicada era muy superior a las vigentes en el mercado y las fijadas por el Banco de España.
Este antecedente jurídico ha marcado el desarrollo del mercado y ha puesto a muchos clientes de estos microcréditos a reconsiderar las condiciones pactadas por ellos. Íñigo Serrano, director General de Sello Legal Abogados, especifica que «no se trata de cuestionar el proceder de una firma financiera, sino de un modelo de negocios» y que «el tema de los microcréditos ha demandado una creciente cantidad de horas de trabajo, pues cada vez se registran más reclamaciones».
Sello Legal Abogados es un bufete integrado por un grupo de jóvenes profesionales especializados en derechos del consumidor. Aunque trabajan en otras ramas como el derecho penal, laboral y civil.
Hablan los expertos
El director General de Sello Legal Abogados explicó que el mayor problema es que estos productos financieros aplican un TAE excesivo. En la mayoría de los casos supera el 2000%, cuando las tasas activas del Banco de España rondan el 7,8%. El problema comenzó a hacerse notorio a partir del año 2015 y se ha agudizado después del 2018.
En los últimos 4 años la crisis económica de la pandemia orilló a mucha gente a solicitar préstamos rápidos sin margen para leer la letra pequeña.
La mejor arma de quienes ofertan estas opciones de financiamiento es que se otorgan sin muchos requisitos y que responden en apenas 24 horas. Resultan especialmente atractivos para personas que tienen un problema puntual.
Expertos como los de Sello Legal Abogados señalan que el problema estriba en que las entidades que ofrecen estos microcréditos rápidos no son bancos. Por lo tanto, no las rige la ley que ampara a las instituciones financieras. Esas lagunas legales son las que aprovechan muchas instituciones para practicar la usura. Lo más aconsejable es no acudir a este tipo de préstamos rápidos, pero en caso de hacerlo, y encontrarse con problemas, lo mejor es recurrir a asesoría legal experta para encontrar una solución.