El pasado 24 de febrero Rusia hacia efectiva su amenaza de invadir Ucrania y con ello se desataba, en primer lugar, una importante crisis humanitaria a nivel mundial y en segundo lugar, unas consecuencias políticas y económicas de las que a diario se publican datos y especulaciones, ya que determinar el impacto que todo esto va a tener en el mundo, es complicado.
Uno de los sectores más afectados a nivel económico y laboral a raíz de la pandemia ha sido el del turismo. Tras un despegue de la demanda turística y de las reservas hoteleras y de cruceros en 2021 que mostraban una recuperación del sector, la sexta ola lo golpeaba de nuevo y hacía que las reservas de vacaciones y los viajes se frenaran.
El mes de febrero, cuando las cifras de contagios por COVID se reducían llegando a datos estables, volvieron indicadores de demanda turística positivos. Como confirma la agencia especializada en cruceros Vayacruceros.com las reservas de destinos mediterráneos se mantienen y en el caso de Islas griegas se disparan. Sin embargo, las reservas en hoteles, cruceros y vuelos en la zona afectada por la guerra (Rusia, Ucrania y los países vecinos) se han parado repentinamente tras conocer la noticia de la invasión.
Se recomienda no viajar a la zona de conflicto y suben los costesLa Embajada de España en Kiev recomendaba no viajar a Ucrania y más tarde la Agencia Europea de Seguridad Aérea (AEASA) desaconsejaba volar a Ucrania, Bielorrusia y Rusia.
Con todo lo anterior, el petróleo y el gas subían de precio, repercutiendo directamente en todos los hogares y reduciendo el dinero disponible de las familias para ocio y vacaciones.
Las compañías de cruceros por su parte, han emitido comunicados a agencias y pasajeros para informar que desde el inicio del conflicto están trabajando en buscar puertos alternativos a San Petersburgo (uno de los destinos estrella de los cruceros por el Báltico) como visitas a ciudades como Estocolmo, Helsinki o Tallin.
A todo esto, añadimos el miedo psicológico a viajar por la guerra, lo que hace que muchos viajeros deciden cambiar el destino de su viaje o anular las vacaciones que tenían previstas. Vayacruceros explica que desde el inicio de la invasión, el 50% de los clientes que tenían reservado un crucero para visitar las capitales bálticas ha consultado ya qué va a pasar con su viaje y su reserva.
Otro cambio importante en la tendencia del consumidor es que si antes, los viajes al Báltico suponían un 15-20% de la demanda de cruceros, todos estos cruceristas deciden, ahora, hacer sus reservas para visitar el Mediterráneo oriental y occidental.
La otra cara de la guerra para el turismo es el turista ruso. Más de 1,3 millones de turistas viajó a España antes de la pandemia con un valioso gasto por turista en el país y se teme que las restricciones de conectividad con Rusia reduzca también la llegada de viajeros.
La solidaridad del sector se mantieneCabe mencionar la solidaridad del sector y es que los hoteleros de varios países trabajan en poner camas a disposición de los refugiados de Ucrania y otras empresas turísticas se han sumado a la recaudación de fondos para ayudar al país.