A pesar de ser considerado uno de los vinos más dulces del mundo, la variedad Pedro Ximénez sigue teniendo una complejidad aromática y de sabor que es armónica para el paladar de quien lo disfruta.
Los frutos con los que se prepara esta bebida pasan por un proceso de pasificación al sol que potencia la concentración de azúcares en el mosto, intensificando el dulzor de la bebida en boca, sin llegar a empalagar. Este proceso es realmente complejo de realizar, por lo que la compañía vinícola Bodegas Robles ha ingeniado una preparación única en el mundo, que permite la elaboración de Vino Pedro Ximénez ecológico, con un sabor único y exquisito, clasificado por la WAWWJ como uno de los 50 mejores vinos del mundo.
La tradición de Bodegas Robles
Debido a que Bodegas Robles cuenta con sus propias paseras, la compañía puede realizar el secado de la uva de una manera más controlada, garantizando su cuidado. Después de la cosecha realizada en el mes de agosto, los técnicos extienden racimos de uvas en un lugar del viñedo con una pendiente suave, para que así se realice una pasificación uniforme de la fruta, volteando los racimos a mano. Ya en bodega, la uva pasificada se extiende entre capachos de esparto, para que luego una prensa hidráulica se encargue de extraer el mosto con el que se fabrica el vino.
Algunos de los barriles de mosto son envejecidos por medio de un antiguo sistema de Solera y Criaderas, el cual produce vino desde 1927, refrescándose con vinos más jóvenes. Este proceso le brinda una madurez única a la bebida, provocando un gusto que recuerda al chocolate, a la pimienta, al mentol y a torrefactos toffees.
Procesos ecológicos para la preparación del vino
Todos los vinos preparados por Bodegas Robles parten de un proceso agroecológico de cultivo y cosecha de la planta de la uva que permite fertilizar la tierra con plántulas y flores nativas, las cuales dan un sabor único al fruto y ayudan a disminuir la huella ecológica del proceso.
Por otra parte, la compañía se preocupa por mantener las levaduras naturales transferidas de la tierra del viñedo a la piel de la uva, con el fin de obtener unos sabores exóticos y únicos, producidos por un proceso de fermentación distinto al de otras bodegas de vino.
Gracias a estas innovaciones ecológicas, esta compañía vinícola ha logrado posicionarse como una de las empresas más comprometidas con el medioambiente de toda España, además de consolidarse como una de las más reconocidas en el sector de los vinos.