En la vida diaria, los pensamientos parecen estar constantemente bajo control. Sin embargo, lo cierto es que, a cada momento, la mente divaga en cientos o hasta miles de ideas a la vez. En ese contexto, es normal que surjan pensamientos incómodos, repetitivos o desagradables en ciertas ocasiones. Sin embargo, para algunas personas, este tipo de pensamientos o ideas no son ocasionales ni efímeros, sino que tienden a surgir en la mente una y otra vez, sin que los puedan dispersar.
A esto se le llama pensamientos intrusivos, un fenómeno ligado a estados emocionales negativas que merman la salud mental de las personas. Para saber identificarlo, así como lidiar con sus efectos una vez que aparece, Heroicamente Psicología comparte algunas pautas esenciales para comprender mejor el funcionamiento de estos pensamientos.
El funcionamiento de los pensamientos invasivos
Los pensamientos intrusivos, también llamados repetitivos o invasivos, son ideas que aparecen en la mente de forma súbita y automática y que, generalmente, conllevan un tinte negativo, angustiante o atemorizante. Quienes lo padecen, en la mayoría de los casos, por mucho que tratan de aislar este pensamiento o dejarlo fluir lejos de su mente, tienden a volver sobre la misma línea de pensamientos y a concentrar su atención en esta idea recurrente.
Esta característica lleva a describir estos pensamientos como rumiativos, ya que funcionan como ideas o imágenes que se desenmarañan una y otra vez. Es por ello que invaden la concentración del individuo y lo llevan a gastar grandes cantidades de energía, atención y tiempo en ideas o escenarios que le abstraen de sus prioridades inmediatas, y orientan la mente hacia sensaciones negativas, como ansiedad y estrés.
Pautas para lidiar con las ideas intrusivas
Tener ciertos pensamientos negativos o recordar situaciones adversas del pasado no es algo inusual, debido a la vorágine de pensamientos que genera la mente a cada momento. Sin embargo, para evitar que estos pensamientos entren en un bucle que se repite infinitamente, llegando esa temida ansiedad, y ocasionando efectos negativos hacia la salud y la vida de las personas, es necesario aprender a filtrar ese flujo de pensamientos, y así evitar que las ideas intrusivas adquieran preponderancia.
Heroicamente Psicología plantea algunas pautas para desarrollar esa capacidad de filtrar los pensamientos. Para ello, se debe trabajar sobre ciertos elementos que fomentan el surgimiento de ideas invasivas, como la falta de atención al presente, los vínculos emocionales negativos, el anclaje a sucesos del pasado e incluso el desgaste físico y emocional.
Sin embargo, las personas no siempre son capaces de trabajar estos aspectos por sí mismas, superando así la incidencia de los pensamientos intrusivos, por lo que, en ocasiones, es necesario buscar ayuda especializada. En este contexto, la terapia psicológica es clave, ya que los psicólogos son los profesionales que conocen y saben aplicar correctamente técnicas terapéuticas para gestionar las ideas invasivas y armonizar así el equilibrio emocional de sus pacientes.