Distinto a lo que se pensaba, los trabajadores —o «colaboradores», término mucho más acertado para hacer esta alusión— quieren regresar a la oficina. De manera que la hibridez se manifiesta como fiel compañero de las organizaciones para atraer y fidelizar talento, porque permite encontrar el equilibrio entre trabajo y vida personal.
Así, conviene eliminar ese pensamiento binario que solamente distinguía entre las alternativas de presencialidad y teletrabajo. Ahora es esencial rediseñar tanto métodos como espacios de trabajo.
«Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida»La cita que titula esta sección pertenece a Woody Allen, y sirve de presentación de esta nueva conceptualización del espacio de trabajo. Y es que el paradigma del futuro laboral está, actualmente, obligando a numerosas organizaciones a redefinir los conceptos atados a la oficina.
Primeramente, se debe subrayar que una organización flexible es aquella que es capaz de abarcar lo mejor de la presencialidad y del teletrabajo. Trabajar solamente desde casa puede hacer que los colaboradores sean más productivos a corto plazo. No obstante, la capacidad de establecer vínculos de confianza, crecer en las carreras correspondientes de cada uno a través de los compañeros y colaborar con ellos es fundamental.
Sin espacios físicos, se ignora lo verdaderamente importante más allá de objetivos y estrategias definidas per se: conocer a los demás colaboradores, alinearse con una visión corporativa y trabajar conjuntamente. Porque, naturalmente, la mesa de comedor nunca podrá sustituir el trabajo en equipo o las reuniones espontáneas que surgen alrededor de la máquina de café.
Por consiguiente, se debe dotar la oficina de una variedad de servicios básicos para mejorar el bienestar y la comodidad de los colaboradores. De esta manera, se sentirán más incentivados en ir a la oficina cuando les sea posible. Así, los líderes empresariales deben ser capaces de ofrecer experiencias, entendidas ahora como un potencial elemento unificador de sus organizaciones.
Nicolas Lebeau, Key Account Director de Witco en España, destaca una de las afirmaciones que más repite en las reuniones con empresas, que permite ilustrar el concepto de flexibilidad:
«Mi lunes de hoy no será mi lunes de la semana que viene. Hoy mi hijo está enfermo y tengo que estar pendiente de él, y el lunes que viene vendrá el fontanero a casa. Así, entendemos que las empresas valoradas como “Great Place To Work” son las empresas que acompañan a su equipo en su día a día, y no viceversa».
Dicho en otras palabras, ofrecer a los colaboradores servicios como el de transporte, comida, actividades y eventos —entre otros— en la oficina, asegura que estos estén 100% enfocados en su trabajo. ¿Por qué? Porque habrán recibido una gran ayuda para resolver parte de sus obligaciones y compromisos pendientes. Esto también se denomina flexibilidad.
La importancia de la tecnología en esta transiciónCuando se habla de hibridez se habla de tecnología. En efecto, se necesitan soluciones digitales para convertir las oficinas en lugares más atractivos y flexibles.
En este sentido, la tecnología es la única herramienta capaz de conectar organizaciones y colaboradores, tanto de forma remota como en persona. Asimismo, respalda a todo el capital humano y suaviza la complejidad inherente de estas nuevas formas de trabajar.
Cabe destacar, sin embargo, que hoy, el gran desafío tecnológico para las empresas va mucho más allá de zoom y slack. Y es que la gran tarea pendiente de estas es comprender las necesidades de sus colaboradores, y mantenerlos alineados mientras crean relaciones significativas.
Así, es necesario mejorar la experiencia y bienestar laboral simplificando la organización y el flujo de equipos. Es por eso que las organizaciones deben responder ante las peticiones de sus equipos sobre el uso de los recursos digitales en la oficina para optimizar servicios y comunicaciones, lo que les ayudará a seguir fomentando una cultura de empresa saludable.
Por lo que conviene eliminar del diccionario laboral la definición de la oficina como un lugar en el que realizar, simplemente, tareas mecánicas e individuales. Porque la función de estos espacios ha cambiado. Porque el propósito de los colaboradores ha cambiado y ahora se reinventa como un ecosistema de espacios que se acerca más a un centro de socialización, en el que se estimulan la socialización, el aprendizaje y la colaboración.
En definitiva, la oficina es un elemento catalizador en el desarrollo de las personas y las empresas. Está ahí desde hace mucho tiempo y no pretende desaparecer, pero sí transformarse.