La marca NoTime es un ejemplo de emprendimiento, innovación, sostenibilidad y compromiso social. Todo esto a través de unas zapatillas.
En la actualidad, la sociedad está viviendo una crisis climática sin precedentes con elevadas tasas de contaminación y millones de objetos de un solo uso que se tiran todos los días y no es fácil encontrar soluciones reales y efectivas a esta situación. En concreto, el sector de la moda y el calzado contribuye en un porcentaje muy alto a aumentar estos problemas debido tanto a las campañas de compras masivas como al uso de tejidos sintéticos y productos químicos de imposible reciclado y gran contaminación.
De hecho, hoy en día, la mayoría de las cosas que se utilizan de manera cotidiana tienen una vida mucho más corta de lo que se piensa. Todo dura menos de lo que parece. Uno de los más claros ejemplos son las pelotas de tenis y pádel.
Si a las personas se les pregunta de qué están hechas sus zapatillas, las respuestas tradicionales suelen ser cuero, ante o goma. Pero la innovación en el sector del calzado es constante y la demanda de productos veganos o sostenibles crece con las nuevas generaciones cada vez más concienciadas con la preservación del medioambiente.
Por eso, un grupo de jóvenes encabezado por Jorge Calle decidieron decantarse por el slow fashion y crear NoTime, una marca de zapatillas en la cual la suela está hecha con pelotas de tenis y pádel recicladas. Todos los productos de la marca se diferencian por su sostenibilidad, fabricación local, respetuosa, tanto con el medioambiente como con sus trabajadores y por su compromiso social. Esto ha permitido que la apuesta de este emprendedor madrileño esté saliendo adelante.
Solución a un problema: el germen del proyecto
Hace poco más de dos años, un grupo de jóvenes que salían de jugar su habitual partido de pádel se preguntaron qué pasaría con las pelotas gastadas cuando ya no sirven para el uso deportivo. Tras visitar varios clubs de tenis y pádel e indagar un poco, aunque parezca mentira, descubrieron que la vida útil de las pelotas es de tres partidos y a nivel profesional, una pelota de tenis o pádel dura menos de un partido y deja en ese momento de tener uso deportivo. Al ampliar su investigación vieron que, a gran escala, cada año se tiran en torno a 11 millones de pelotas en España y más de 300 en todo el mundo. El destino de estas pelotas es, en el mejor de los casos, terminar en vertederos, pero habitualmente, en bosques o ríos y cada una de ellas tarda alrededor de 2.500 años en descomponerse, produciendo gas metano y contribuyendo al calentamiento global y a la degradación del medioambiente.
Por tanto, estaban convencidos de que materiales de calidad como los que componen la pelota (felpa y goma natural) podrían aprovecharse para dar solución a la cantidad de residuos generados, y con esa premisa empezaron su trabajo. Contactaron con profesionales del sector, estudiaron la química de la goma e hicieron todo tipo de experimentos (pelotas de tenis en hornos, en bañeras, en frigoríficos…) y así dieron con la manera de darles una nueva vida: zapatillas, concretamente a su suela.
Producción local, economía circular y slow fashion
Las zapatillas, todo un ejemplo de economía circular, se fabrican en España, concretamente en Elche, en una fábrica familiar de tercera generación con una amplia experiencia en el calzado artesanal, que además obtiene su energía de los paneles solares ubicados en su techo.
Mano a mano con los artesanos, tras muchos meses de investigación, consiguieron reciclar la pelota de tenis e insertarla en la zapatilla, concretamente en la suela.
La decisión de fabricar en Elche no fue casualidad. Tenían claro que Elche era la cuna del calzado, donde estaban los mejores artesanos y por eso se hicieron numerosas llamadas y un sinfín de visitas a puerta fría para dar con el fabricante idóneo.
La fábrica elegida es una industria con más de 60 años de experiencia, donde la tercera generación sigue con el negocio familiar. La tradición en la manera de hacer y la innovación en los materiales les permite prestar atención a todos los detalles, sumado al trabajo manual, haciendo que el resultado de la zapatilla sea sumamente preciso y confortable.
Otro hecho a destacar es que la producción garantiza las mejores prácticas y que se cumplan con creces los máximos estándares de calidad. Ahora mismo hacen pequeñas producciones controladas cada 4 meses, que les permite controlar el stock y la demanda para dar un producto en las mejores condiciones.
A todo lo anterior, hay que añadir que la decisión de fabricar en España viene tomada, además de por los factores anteriores, por otros dos muy claros. Uno es el componente de la cercanía, ya que se reduce el impacto medioambiental y la huella de carbono. Y otro es que fabricando en España se fomenta el empleo y la economía local, en condiciones dignas para los trabajadores, lo cual, en el sector de la moda, no es lo habitual. Las grandes marcas suelen deslocalizar la producción a países donde los costes y las condiciones laborales son menores.
Confort y sostenibilidad, identidad de marca
NoTime trabaja con materiales reciclados y con fibras naturales. Esto añade complejidad al proceso de fabricación de este tipo de slow fashion, al mismo tiempo que garantiza su sostenibilidad y reduce su huella de carbono.
Su objetivo principal era fabricar zapatillas con pelotas de tenis para evitar el impacto de estas en el medioambiente al no ser recicladas y por eso el componente estrella es la pelota de tenis reciclada que se usa en la suela de la zapatilla. El reciclaje de las pelotas de tenis es algo que no existía hasta el momento y estas zapatillas son una solución a un problema real.
Sin embargo, a pesar de conseguir los objetivos se quiso seguir siendo sostenibles y hacer una zapatilla de diseño, duradera, cómoda, versátil, sostenible y totalmente reciclable. Por eso, tras dos años y medio de trabajar e investigar se han sacado nuevos modelos realizados con fibras naturales que son una mezcla de algodón orgánico y cáñamo. Estas fibras son de colores neutros y muy sostenibles, al carecer de tintes químicos, por lo que en combinación con la suela de la zapatilla hecha de goma natural y pelota de tenis reciclada hacen la zapatilla perfecta.
Zapatillas comprometidas, labor social
No ha bastado con sacar un producto sostenible. Además, se ha querido impactar positivamente en la sociedad y se hace a través de la Fundación A LA PAR.
Desde sus inicios, en el origen de proyecto se empezó colaborando con ellos, era algo que tenían muy claro por parte de los creadores de la marca. Se empezó sacando una línea de camisetas y calcetines diseñados por personas con discapacidad intelectual. Y más adelante se colaboró con ellos para rediseñar las zapatillas. Los diseños en los calcetines de la marca son todos creados por los chicos de la fundación y tienen un significado muy especial, bien sea relacionado con el compromiso social o con el cuidado del planeta. Los interesados pueden verlo en su web.
Al final, todos sus productos tienen una parte de la fundación y se sienten muy orgullosos de ello. De hecho, siempre dicen que una de las partes más gratificantes es poder trabajar con los chicos y aprender de ellos día a día.
El 20 % de los beneficios de todos sus productos se dona íntegramente a la fundación y a cada persona que realiza el diseño se le paga un royalty.
Consumo responsable, oportunidad al planeta
No se quieren quedar aquí y por eso, siguen investigando con qué nuevos materiales pueden incorporar y qué nuevos diseños sacar. Consideran que la tendencia del sector es ir hacia una fabricación y un consumo responsable, donde se preste más atención a los materiales y procesos de producción. Creen que el que no vaya hacia lo sostenible estará muerto. Los consumidores cada vez más buscan productos respetuosos con planeta y con el cual se sientan identificados.
Su filosofía es cuidar de las personas y del planeta. Como muy bien dice su lema «¡Viste como piensas!».
Ahora están llevando a cabo una nueva campaña en Kickstarter donde han presentado esta nueva colección innovadora. Por lo tanto, las personas que busquen un producto con una historia potente, un claro mensaje y que respete el medioambiente, tienen estas zapatillas de diseño, sostenibles y cómodas que han salido a la luz el pasado jueves 2 de junio a través de una campaña en Kickstarter que durará un mes, donde se pueden comprar y ayudar a que consigan su objetivo. Se puede obtener más información en la página web de NoTime.