Los viajes de fin de curso son una tradición que está en auge tras la finalización de las restricciones establecidas durante la pandemia. Esta experiencia para grupos escolares está demandando cada vez más destinos naturales, espacios abiertos y programas con experiencias novedosas para que sean inolvidables.
Este tema se ha convertido en un foco de atención para el equipo de la empresa Aventurarte. Con una oferta innovadora, el grupo de profesionales que conforma esta compañía ha puesto a disposición de sus clientes nuevos programas. Con ellos, los niños y jóvenes no solo disfrutan, sino que también aprenden.
Los programas para viajes de fin de curso
Aventurarte es una compañía que tiene una amplia experiencia en la organización y el diseño de campamentos de verano, excursiones y todo tipo de viajes escolares. La conforman un grupo de monitores y coordinadores de ocio y tiempo libre que decidió emprender con una empresa propia para ofrecer servicios más vivenciales.
Con esas inquietudes, diseñaron campamentos de verano enfocados en que los jóvenes aprovechen al máximo su tiempo libre con experiencias enriquecedoras. La acogida a sus propuestas les ha permitido mantener una intensa agenda de actividades durante cada temporada todos los años. Organizan actividades extracurriculares y campamentos intensivos para las navidades y Semana Santa.
En el marco de ese portafolio de servicios, destacan los viajes de fin de curso. Según los expertos de Aventurarte, son experiencias diseñadas bajo el concepto de multiaventura, con actividades estructuradas de forma diferencial para cada rango de edades. La empresa prepara programas a medida para los grupos que lo soliciten; desde viajes para grupos de despedidas de 6º grado de primaria o 4º año de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) hasta cualquier excursión de uno o dos días.
Concepto de multiaventura
Dentro del concepto de multiaventura, la programación de los viajes de fin de curso pueden incluir actividades como tiro con arco, escalada y tirolinas. Igualmente, puentes tibetanos, lianas de Tarzán y redes de abordaje o salidas de senderismo. La empresa asegura que ningún programa es igual a otro porque siempre se adaptan las temáticas a las peticiones que tenga el grupo concreto.
Un aspecto fundamental de la programación en los viajes de fin de curso es la naturaleza. En este sentido, Aventurarte busca siempre ubicaciones en parques naturales o zonas con protección especial y de gran riqueza ecológica. Estos escenarios son la Sierra de Guadarrama, la Sierra de Gredos y la Sierra de Ayllón. Los viajes pueden incluir o no la pernocta de los niños y jóvenes.
Aventurarte asegura que los objetivos de los viajes de fin de curso y del resto de sus actividades están perfectamente definidos en su filosofía organizacional. Desean que los niños y jóvenes puedan fomentar la convivencia, el respeto, el amor por la naturaleza y otros valores que les ayuden en su formación. Además, fomentan que puedan potenciar la responsabilidad individual y de grupo para que puedan desenvolverse mejor en su entorno social.