Es habitual que durante las vacaciones las parejas que llevan tiempo en crisis tengan tiempo de reflexión alejado del estrés del día a día. Por eso, a la vuelta de las vacaciones, la demanda por divorcios aumenta considerablemente y muchas parejas optan por un abogado experto en divorcios que se encargue de realizar todo el proceso.
En este sentido, especialistas en derecho de familia como Luis Cervera, de Cervera Peláez Abogados, afirman que «parece que la gente durante el verano tiene el tiempo suficiente para reflexionar sobre su relación, cosa que quizás con el estrés del día a día no son capaces de ver y pararse a pensar en ello».
Aumento de divorcios después de las vacaciones
Es una realidad que después de la temporada vacacional la tasa de divorcios aumenta, a diferencia de otro momento del año donde las personas están sumergidas en sus rutinas laborales. Esto ocurre porque las parejas pasan tiempo juntas y se evidencia la realidad de la relación. Quizás puede sonar un poco extraño, ya que las vacaciones siempre se relacionan con buenos momentos y pensamientos positivos, pero nada más lejos de la realidad. Los abogados de familia tienen claro que existe cierta estacionalidad en los servicios de divorcio e igual que pasó tras la cuarentena, vivida meses atrás por la pandemia, se espera que durante el mes de septiembre y octubre vuelva a producirse un pico de demanda en las peticiones de divorcios.
De esta manera, un divorcio se puede dar por diferentes razones y en cada punto de la ley se establecen los procedimientos a seguir para llevar todo el proceso por la vía legal. Según el Código Civil de España, se pueden procesar dos tipos de divorcios, el más complejo es el contencioso, se da cuando ambas partes no logran ponerse de acuerdo en la repartición de bienes o custodia de los menores, por lo que se presenta el caso ante un juez para que tome la decisión basada en las pruebas. Al contrario, el mutuo acuerdo es más sencillo, ya que los abogados se encargan de mediar y acordar los intereses de ambas partes, sin necesidad de vincular al órgano judicial.
Recomendaciones para un proceso de divorcio
Lo cierto es que mucha gente piensa que un divorcio en la mayoría de ocasiones acaba mal, mediante un proceso contencioso y un juicio de por medio. Esta en realidad es la peor vía para llevar un divorcio como norma general. Según la experiencia de la mayoría de abogados de familia, lo mejor en la mayoría de divorcios es conseguir llegar a un acuerdo amistoso con la otra parte. De esta forma, se ahorran tiempo, dinero y todo el sufrimiento asociado a un proceso de estas características. Lo lógico es que ambas partes tengan que ceder durante las negociaciones para encontrar un punto medio de encuentro, exceptuando solo algunos casos en los que el conflicto se declina de forma clara y objetiva hacia uno de los lados.
Si bien, uno de los tipos de divorcios es más complejo que el otro, ambos requieren un litigio profesional. El contencioso es el proceso que muchas parejas evitan, pero se da cuando no se dejan claras las divisiones individuales conseguidas previas o en el tiempo de relación, en caso de una posible ruptura del acuerdo nupcial. Todo esto se realiza bajo el derecho de familia, que es una normativa que estipula los derechos, deberes y protege a los involucrados en una misma unión familiar y, como en todo lo que tenga que ver con el derecho, lo mejor es buscar un abogado especialista que haya llevado casos como el tuyo.