La inteligencia emocional es un concepto que se vincula con la capacidad que tienen las personas para conectar con sus emociones y gestionarlas. Según Daniel Goleman, periodista y psicólogo que ha desarrollado libros y artículos sobre este tema, el punto de partida de la inteligencia emocional es la conciencia sobre uno mismo y lo social. Es decir, reconocer las emociones y su impacto en todo lo que rodea a una persona.
Siguiendo estos principios y con el objetivo de favorecer el desarrollo de la conciencia emocional, Aura ofrece experiencias de acompañamiento asistido con caballos en libertad. Gracias a estas sesiones, es posible conocer y gestionar las emociones de manera más adecuada.
Los pilares de la inteligencia emocional
Según Goleman, hay 4 dimensiones básicas que estructuran la inteligencia emocional. La primera es la autoconciencia emocional, que hace referencia a la capacidad que una persona tiene para entender sus sentimientos, sus valores y su esencia.
La segunda es la automotivación, que es la habilidad para recuperarse de contratiempos y focalizarse para conseguir una meta. En tercer lugar, la inteligencia emocional está comprendida por la empatía, que permite a las personas ponerse en el lugar del otro. Por último, Goleman destaca que el cuarto pilar de este concepto está dado por las habilidades sociales, que sirven para comunicarse de manera efectiva y asertiva con los demás, gestionar conflictos y diferencias y disfrutar de relaciones sanas. Esto se aplica tanto en un entorno laboral como en el marco de la pareja, la familia o las amistades.
Por otra parte, Goleman sostiene que la inteligencia emocional se aprende y se puede potenciar. En este sentido, es posible activar o desactivar esta habilidad a través de distintas actividades.
Las sesiones asistidas junto a caballos libres potencian la inteligencia emocional
A través de las sesiones asistidas con caballos en libertad propuestas por Aura, es posible profundizar en las 4 dimensiones de las que habla Goleman. Los caballos cuentan con una inteligencia emocional sumamente desarrollada y brindan oportunidades de aprendizaje para que las personas puedan conocer sus emociones y sus formas de relacionarse con los demás, con el mundo y con la vida.
La manada, a través de sus movimientos y comportamientos, proporciona información de gran valor a quien está en sesión, con el fin de que emerja la información inconsciente: espejean lo que la persona transmite a través de su campo electromagnético y lo muestran. Al conocer y gestionar las emociones, es posible mejorar las relaciones interpersonales, disminuir el estrés, reducir la ansiedad, contar con un mayor bienestar psicológico, favoreciendo tanto el autoconocimiento como la autoconfianza, actuando desde la libertad y no desde el condicionamiento del secuestro emocional.
Cada miembro de la manada es distinto, generando en la persona emociones variopintas. La habilidad y capacidad del profesional para leer el lenguaje no verbal de caballos y persona son esenciales a la hora de detectar la congruencia o incongruencia entre lo que se dice, se siente y se hace, facilitando la toma de consciencia.
Para ello, lo primero es asumir qué emociones siente con cada caballo, yegua, poni, burro, etc. Lo segundo, cómo se gestiona desde el secuestro emocional con cada uno para llegar al tercer paso, en el que se aprende a gestionar cada emoción, a la vez que se desarrollan estrategias adecuadas para con cada miembro, según son ellos, en vez de la misma para todos.
De cada interacción la persona aprende, extrapolando a su vida lo que sucede en sesión: aprendizaje experiencial de alto impacto.
Las sesiones junto a caballos libres que ofrece Aura potencian el desarrollo de la inteligencia emocional, aumentando el nivel de bienestar.