7 de septiembre, Día Internacional del Aire Limpio por un Cielo Azul
Fenaer pide que la crisis energética y climática se aproveche para erradicar la contaminación que daña a los pulmones. Los pacientes respiratorios exigen compromiso de las instituciones para cumplir los criterios de la OMS, más restrictivos que los de la Unión Europea. “Es urgente acometer las acciones necesarias para lograr un cambio significativo”, asegura Mariano Pastor, presidente de la Federación.
Madrid, 7 de septiembre de 2022
La Federación Española de Asociaciones de pacientes alérgicos y con Enfermedades Respiratorias (Fenaer) se une a la conmemoración del Día Internacional del Aire Limpio por un Cielo Azul, convocado por Naciones Unidas para el día 7 de septiembre, con una llamada para que las instituciones tomen medidas decididas contra la contaminación. Los pacientes respiratorios quieren hacer patente que este es un problema que afecta a toda la población, no solo a quienes sufren enfermedades, y que solo una actuación decidida e inmediata puede evitar que miles de personas sufran daños pulmonares debido a la polución. La actual crisis energética y climática es, a juicio de Fenaer, un momento clave para conseguir un cambio en este sentido.
Cada año, la contaminación provoca siete millones de muertes prematuras en el mundo, cerca de 10.000 en España. Agentes contaminantes como el ozono, el dióxido de nitrógeno, el monóxido de carbono, el dióxido de azufre y partículas orgánicas e inorgánicas penetran en el organismo de cientos de miles de personas provocando patologías graves como epoc, asma, fibrosis o cáncer. Para evitarlo, Fenaer urge a las autoridades políticas adoptar medidas decididas que cumplan con las directrices de la Organización Mundial de la Salud, más exigentes que las de la Comunidad Europea (que, además, son ignoradas en muchas ocasiones).
Fenaer reclama a las distintas administraciones y a la población en general acciones como: compromiso de instituciones, empresas y particulares para reducir la polución; fomento del uso de tecnologías y fuentes de energía limpias; optimización del transporte público; refuerzo de las exigencias y vigilancia sobre uso de materiales no contaminantes en la construcción; acciones de concienciación de la población, con especial incidencia en los colegios, sobre la importancia de la calidad del aire; programas de educación para los pacientes respiratorios y con patologías de riesgo; mejora y extensión de los canales de información a los ciudadanos sobre el estado de la calidad del aire.
“Este verano tan seco y cálido, unido a la crisis energética que vivimos, han demostrado que el futuro del planeta es muy negro si no se toman ya medidas contra la contaminación y el cambio climático”, apunta Mariano Pastor, presidente de Fenaer.
Los pacientes respiratorios son quienes más sufren la contaminación, procedente fundamentalmente de la combustión de diésel y gasolina por parte de los automóviles, la generación de electricidad y la actividad industrial. Pero este es un problema enorme del que no escapa el resto de la población.
Cómo daña la polución a los pulmones
Además de irritar e inflamar las vías respiratorias, la polución daña a los pulmones, como primer órgano que se expone a los contaminantes del aire. El mecanismo fundamental por el que se dañan es el llamado estrés oxidativo: las partículas de contaminación (hidrocarburos, metales pesados, liposacáridos) depositados en los pulmones estimulan la producción de radicales libres y consumen los antioxidantes naturales que produce nuestro cuerpo, dañando el ADN de las células pulmonares y produciendo mutaciones y carcinogénesis.
La polución también desequilibra las células aumentando la presencia de calcio (lo que deriva en más inflamación), alteran las relaciones enzimáticas y desestabilizan la conformación de las proteínas. En lo que respecta al aparato respiratorio, la contaminación del aire produce enfermedades como epoc, asma, bronquitis, enfisema, fibrosis quística, cáncer, disnea, broncoconstricción y diversas infecciones respiratorias.
“Estamos en un momento ideal para acometer con decisión las acciones necesarias para erradicar la contaminación de nuestras vidas”, asegura Mariano Pastor, “dado que la población parece haberse dado cuenta, al fin, de que este no es un problema de otros, ni un tema que se pueda aplazar eternamente”.