Andorra ha vivido en los últimos años un aumento del turismo internacional. Sus increíbles paisajes, sus ciudades construidas entre las montañas y los arroyos y una de las pistas de esquí más importantes e imponentes del mundo son sus mayores atractivos. Sin embargo, un sector silencioso, pero fundamental, que destaca a la hora de pensar en los visitantes es la gastronomía.
Además de una amplia variedad de actividades para hacer, el principado también cuenta con una infinidad de propuestas gastronómicas y de gran trascendencia. No obstante, pocos locales destacan como La Petite Forêt; el restaurante del artista Philippe Shangti ofrece buenos precios, calidad en sus platos y una experiencia por todo lo alto.
Una propuesta gastronómica única en Andorra
El restaurant La Petite Forêt está ubicado en Andorra La Vella, el centro del principado. Este está inspirado en el bosque, el arte y la tradición, por eso, para los extranjeros resulta una oportunidad única de conocer las costumbres del país con alta cocina que honra las producciones locales y respeta la estacionalidad de los productos.
Además, cuenta con una refinada selección de vinos, entre los que destacan Pétrus, Châteauneuf-du-Pape, Saint-Emilion, Pingus, Domaine de La Romanée Conti u Opus One, entre otros. También, el local ofrece el servicio de bar, ideal para celebraciones, reuniones profesionales, pasar un rato juntos o, simplemente, para relajarse después de un día largo.
La cocina de La Petite Forêt
Gracias a su gran sentido artístico y persiguiendo crear nuevas experiencias para los visitantes, Philippe Shangti ha cuidado tanto el ambiente como la carta de su restaurante. El reconocido chef Erik Ríos ofrece una cocina gourmet y moderna basada en productos frescos rigurosamente seleccionados directamente de productores locales. Su propuesta culinaria refleja el colorido lugar lleno de creatividad y va acorde al concepto artístico edilicio.
Trabajados como obras de arte, sus platos buscan despertar sensaciones tanto en aspecto olfativo, como gustativo y visual. En este sentido, el chuletón de ternera de Galicia, que cuenta con ocho meses de maduración, es uno de los platos emblemáticos de La Petite Forêt, preparado en el marco de una propuesta fina y de fusión.
El chef Erik Ríos también recomienda la tarta de queso, que aporta un toque de dulzura y cuyos sabores delicadamente ahumados transportan al corazón de los bosques de Andorra.
Acorde al paisaje que lo rodea, el restaurante La Petite Forêt presenta una propuesta única que aporta a una experiencia inolvidable a quienes visitan Andorra. Asimismo, antes de acudir al lugar, los clientes pueden observar en su página web la carta completa, junto con los precios de todos sus platos y productos.