En el barrio de la Alameda de Osuna, la Peluquería Cruz se ha convertido en una referencia de la zona en lo que respecta a la peluquería masculina. Sus inicios empezaron en el año 1976, de la mano de Alejandro Cruz.
De esta manera, después de más de 40 años ofreciendo un servicio cercano y de calidad a sus clientes, la firma no solo ha renovado su local por completo, sino que ha incorporado nuevos talentos como su barbera Olga, una mujer que llegó de Rusia y que es el fiel reflejo de la diversidad y la inclusión en el mundo de la peluquería.
1- ¿Cómo se dio tu llegada a España y el desembarco como barbera en Peluquería Cruz?
«Llegue a España hace 5 años. El motivo era que mi marido (que es español) tenía ganas de volver a España. Así que nos decidimos por volver.
He pasado 2 años, más o menos, aprendiendo el idioma e integrándome a la manera de vivir española. Siempre he opinado que cuando emigras a otro país o región, tienes que conocer el lugar donde vives, la cultura y las tradiciones. Así como expresarse bien. Lo considero una muestra de respeto.
Y durante ese proceso de integración, la peluquería Cruz y yo nos encontramos el uno a otro. Estoy muy contenta.»
2- ¿Ya contabas con experiencia en el sector trabajando en tu país?
«Sí. En Rusia estuve trabajando 7 años como barbera. Allí fue donde empecé a amar esta profesión.»
3- ¿Es posible conciliar las responsabilidades como barbera con las obligaciones que implica ser madre?
«Conciliar las responsabilidades propias del trabajo con las obligaciones que implica ser padres en cualquier país, es complicado. La profesión de peluquero implica muchas horas a la semana actualmente. Muy similar en la mayoría de los países. Creo que existe bastante poco apoyo a la conciliación en los negocios pequeños, como es el de las barberías. Yo he tenido suerte de poder contar con una empresa y unos compañeros que me apoyan tanto con mi jornada partida como con la flexibilidad que a veces un padre o madre necesita. Pero creo que son necesarias políticas de apoyo a la conciliación para las pymes.»
4- ¿Cómo han tomado los clientes la inclusión de una mujer al equipo de barberos en un negocio con tantos años de tradición y enfocado exclusivamente a los hombres?
«Los tiempos cuando una mujer no pude ser barbera han quedado atrás. Y aunque no sea muy común ver barberas en las peluquerías de caballeros, es algo que cada vez se ve más hoy en día.
Los clientes te evalúan no por tu género, sino por tu trabajo y tu trato hacia ellos. De hecho, en una peluquería como la Peluquería Cruz, con una clientela de más de 40 años, ya tengo bastantes clientes que preguntan por mí a la hora de reservar una cita.»
5- ¿Cómo ha sido la acogida por parte de los demás empleados y cómo describirías el clima laboral en la peluquería?
«La atmósfera laboral y humana en la Peluquería Cruz es la mejor de las que he trabajado. Son unos grandes profesionales y muy buena gente. ¡Creo que tengo mucha suerte! Me siento muy feliz trabajando en este equipo y continuando el legado de Alejandro y sus hijos.»
6- ¿Cuál es el factor diferencial que distingue a Peluquería Cruz del resto de las peluquerías?
«La peluquería Cruz fue creada con mucho amor e ilusión. Y todavía sigue así. La gente que trabaja aquí como barberos y la familia Cruz que la dirigen, ponen todo su corazón en lo que hacen y mejoran constantemente nuestra propuesta de servicios. Soy de la opinión que los verdaderos profesionales nunca paran de aprender y desarrollarse. Aman lo que hacen y por eso lo hacen bien.
Además de esto, lo que diría de la peluquería Cruz, es qué tenemos una calidad de servicio excelente. Único en la Alameda de Osuna. Y esto es gracias al intercambio de experiencia entre los miembros del equipo, en la que todos aportan una historia laboral muy distinta.»
De esta forma, queda de manifiesto no solo la cercanía del equipo de profesionales de Peluquería Cruz, quienes buscan brindar un servicio que se adapte a las necesidades de los clientes, sino también el marcado compromiso de la firma con la diversidad y la inclusión en el mundo de la peluquería masculina.