En tiempos de incertidumbre económica, las personas suelen investigar las opciones de inversión más seguras.
Uno de los mercados más resilientes es el arte y dentro de este, el Blue-Chip y el emergente, que están atrayendo gran interés. Muchos se están preguntando si invertir allí es la decisión correcta.
Como se trata de diferentes opciones artísticas, muchas personas desconocen los elementos que les caracterizan. Sin embargo, según el fondo de inversiones Artsgain, hoy constituyen las dos opciones principales cuando se trata de invertir en arte. Por eso hay que acercarse su significado, sus ventajas y desventajas.
El arte Blue-Chip y sus características
Los expertos de Artsgain definen el Blue-Chip como un arte de primer nivel que se conforma por obras o artistas bien establecidos y altamente valorados. Las piezas en este tipo de arte poseen un sólido historial de valorización, por lo que representan una inversión muy segura. En este elitesco grupo, se encuentran pinturas de artistas de la talla de Pablo Picasso, Vincent Van Gogh y Claude Monet.
La solidez de su comportamiento en el mercado constituye su ventaja principal. Desde Artsgain, consideran que se trata de trabajos y artistas sobre los que ha habido siempre un consenso sobre su calidad y carácter único. Representan una apuesta segura porque las probabilidades de que su valor disminuya son muy remotas. Se trata de una inversión para quienes buscan rendimiento a largo plazo.
Al mismo tiempo, sin embargo, este también es su principal desventaja. Debido a esa condición de primer nivel, son obras escasas para los inversionistas y, por ende, tienen un precio mucho mayor. Por esa razón, no están al alcance de cualquier inversionista y su mercado también es mucho menos dinámico. Su proceso de valorización es más lento que en otros tipos de arte, como el emergente.
El arte emergente y sus características
Como su nombre lo indica, el arte emergente está conformado por las obras pertenecientes a los artistas que recién están ganando popularidad y reconocimiento. Según Artsgain, los artistas de este grupo suelen ser catalogados como parte de la próxima generación de grandes autores. Por esta razón, sus trabajos pueden constituir una excelente oportunidad de inversión.
Entre sus ventajas está el hecho de que las obras son mucho menos costosas que las del arte Blue-Chip. Gracias a ello, un inversor con un capital moderado o que esté ingresando en el mercado tiene mejores posibilidades de intervenir. Por esa razón, su mercado natural es más amplio y dinámico, es decir, que las obras suelen moverse con mayor facilidad. Es ideal para quienes buscan mayores rendimientos.
Como los autores en este tipo de arte son menos reconocidos, invertir en sus obras implica un mayor riesgo. Generalmente, dice el equipo de Artsgain, es más difícil encontrar compradores dispuestos a pagar el precio. Esto suele ser un obstáculo para lograr un retorno de la inversión a corto plazo. Los expertos indican que, en resumen, decidirse por arte Blue-Chip o emergente depende de las posibilidades y los objetivos personales.