Este año, se prevé una desaceleración de la economía global, causada por la confluencia de perturbaciones que se mantuvieron durante todo el 2022 y que aún continúan. Según el informe ‘Situación y Perspectivas de la Economía Mundial’ de las Naciones Unidas (WESP), publicado en enero, se dará un crecimiento del 1,9 %, una de las tasas más bajas en décadas.
El Banco Mundial menciona factores como aumento en tasas de interés, elevada inflación, reducción de inversiones y la invasión rusa a Ucrania. Todo ello está teniendo incidencia en el comportamiento de los mercados financieros y bursátiles, incluyendo los CFDs.
¿Qué causaría una posible recesión económica?
Al hacer un análisis de la fragilidad económica global para este año, hay varias causas existentes. El aumento de las tasas de interés es el resultado de las políticas restrictivas, que se vienen imponiendo desde hace ya varios meses. Tanto la Reserva Federal de Estados Unidos como el Banco Central Europeo (BCE) están subiendo las tasas para frenar la inflación.
A su vez, el crecimiento de los precios tiene su origen en el incremento que ha experimentado la demanda de bienes y servicios. Tras la pandemia, la reactivación económica ha exigido más insumos que el aparato productivo mundial no ha podido satisfacer en su totalidad. En Europa, las fábricas se han desacelerado debido a la crisis energética originada por las presiones rusas en rechazo al apoyo internacional a Ucrania.
Alternativas que brinda el mercado ante la incertidumbre económica
Ante una economía global incierta, 2023 es un año de riesgos, pero también de oportunidades. Durante el primer semestre, consideran recomendable observar bien las inversiones que permearán mejor una eventual recesión global, como oro, cobre y el dólar estadounidense. Este último tenderá a fortalecerse, gracias a los últimos datos de la economía norteamericana.
Así mismo, los traders están recomendando alejarse de títulos en bonos de deuda, acciones de empresas manufactureras y criptos. Los analistas coinciden en que su comportamiento podría ser negativo a corto o medio plazo. Este tipo de inversiones recuperarían su valor de forma moderada a partir de finales de este año y el 2024. Claro está, si no se agravan las perturbaciones existentes hoy en día.
En resumen, la mejor arma que tienen los inversores ante la incertidumbre económica global es la paciencia. Los CFDs alrededor de sectores ‘refugio’ para el capital mientras pasa la actual tormenta son una alternativa más segura. No obstante, los inversores deben entender que son posiciones que sirven para proteger el capital de la inflación o la depreciación de las monedas locales. Las verdaderas ganancias tardarán más tiempo en llegar.