Dijeron que las clases eran de Inteligencia Emocional y/o mindfulness, pero es evidente que no tratan solo de eso. No se puede describir fácilmente, pero allí está implicado algo más. Son clases únicas, de una profundidad e inteligencia viva, presente, nuevas cada semana.
Están transformando todo lo que pensaba de la mente, de la vida y del mundo en general.
Hoy que se asiste a una realidad internacional que parece estar a la deriva, con varios conflictos bélicos, terribles casos de violencia de múltiples orígenes, problemas laborales, económicos, no es fácil reflexionar con libertad.
Y eso es en definitiva lo que sostienen estas clases, el descubrimiento de que es posible ser libre y consciente de todos los conflictos mentales, vitales, que empujan al mundo a tropezar siglo tras siglo en la misma piedra.
Nunca antes se había asistido a una clase donde la mente se viera de esta manera, se expusiera así. Incluso sería aconsejable dar estas clases a los niños, a los adolescentes, en la universidad, etc., a cualquier edad en definitiva, nunca es tarde.
Para los que quieran mística, aquí encontrarán luz viva sucediendo, para los que les interese el funcionamiento de la mente, podrán ver al detalle cada una de sus articulaciones internas, para quienes deseen aprender del mundo, verán la riqueza de la naturaleza, la belleza de lo que existe, como nunca explicaron.
Y todo ello sin ningún tipo de contenido ideológico ni censura, una relación con lo que sea que es la vida, de forma natural, sencilla, práctica, lúcida.
El profesor es Raúl Espada García, que desde el 2008 imparte clases y conferencias por España y Madrid, sumando a ello varios libros publicados entre los que se destaca, Aprendiendo desde el corazón 2011, Sin rumbo no hay viento 2018, Meditaciones 2023, unas obras que basculan sobre lo mismo que cada semana se intenta descubrir en las clases.
El profesor invita a asistir a las clases, tratar de contactar con él, a imaginar y por qué no a producir y realizar un posible evento, conferencia o el formato que se plantee para posibilitar llevar esto a más gente, a un colegio, a una universidad, a un barrio o a un teatro.
A día de hoy, Raúl Espada confía plenamente en la capacidad de todos, para construir un presente lúcido, libre, donde el amor sea la raíz de las relaciones y la mente y la consciencia aquello que une a las personas, en vez de lo que las separa.
En ese sentido, recomienda que llamen a sus amigos, a sus familiares, a sus jefes, a sus científicos y expertos a plantar esta semilla para el mundo.
Merece la pena, merece la prueba, merece el intento. Sin miedo, como siempre debe ser el mismo vivir.