Si se desea legalizar un pozo, se deben seguir una serie de pasos para asegurar que se cumplen con todos los requisitos legales.
En el BOE del 10 de febrero de 2023 se han publicado los Planes Hidrológicos (2022-2027) de las demarcaciones hidrográficas intercomunitarias del Cantábrico Occidental, Miño-Sil, Duero, Tajo, Guadiana, Guadalquivir, Ceuta, Melilla, Segura, Júcar, Ebro y Cantábrico Oriental.
Estos nuevos planes hidrológicos son más restrictivos que los anteriores respecto a concesiones de aprovechamiento de aguas subterráneas, por lo cual se ha dificultado el proceso para legalizar un pozo.
Como ejemplo, en el actual Plan Hidrológico del Guadalquivir, se han reducido las dotaciones de riego de los distintos cultivos, se reduce de forma general el volumen anual y se amplía la distancia entre pozos hasta los 500 metros (anteriormente, la distancia entre pozos era de 25 a 50 metros para un volumen de 7000 m³/año)
Para legalizar un pozo, se deben realizar los siguientes pasos ante los organismos competentes
Solicitud de la autorización de obras de ejecución del pozo en el Departamento de Minas de la Consejería a la que pertenezca.
El trámite incluye la presentación de un proyecto técnico por parte de un ingeniero de minas, que debe incluir las características técnicas y ubicación del pozo, los usos previstos, los derechos de terceros, la topografía y la geología del área.
El proyecto debe incluir el justificante de abono de las tasas administrativas, y requiere de resolución administrativa favorable.
Según las características y dimensiones del pozo, puede ser necesaria la presentación de un estudio de impacto ambiental de la explotación del pozo.
Solicitud de la concesión de aprovechamiento del agua subterránea en la Confederación Hidrográfica.
Mediante un informe técnico de acuerdo al Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica que acredite la viabilidad y compatibilidad del proyecto, incluyendo la instalación de un contador volumétrico.
Además, se deben tener en cuenta los derechos de terceros (cauces públicos, parques naturales, infraestructuras, etc.) y el estado de la masa de agua subterránea en caso de estar catalogada.
En zona de policía de cauces (100 metros), se deberá aportar un estudio de hidrogeología que establezca la no afección al arroyo/río y la compatibilidad de la explotación del pozo con los caudales establecidos en el Plan Hidrológico.
Solicitud de licencia de obras en el Ayuntamiento donde se deba legalizar el pozo.
Incluye la presentación de proyecto técnico de ejecución de obras del pozo y abono de tasa administrativa. El ayuntamiento deberá emitir licencia de obras.
Finalmente, se debe presentar un proyecto de puesta en servicio para legalizar las instalaciones de bombeo del agua subterránea.
En todos los casos se debe aportar documentación administrativa que acredite la titularidad del terreno donde se pretenda legalizar el pozo.
Conclusiones sobre cómo legalizar un pozo
Legalizar un pozo es un proceso complejo y técnico que garantiza el uso apropiado y seguro de los recursos hídricos. Por lo tanto, es importante que los propietarios de pozos trabajen con profesionales cualificados para asegurar que el pozo se legalice correctamente.
Además, los propietarios de pozos también deben tener en cuenta los requisitos legales y la importancia de cumplir con los estándares de calidad del agua establecidos por el gobierno.
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