En un mundo cada vez más exigente, el diseño es un elemento de gran valor en casi todas las áreas que rodean la sociedad, pero, sin duda, en lo que a estrategia empresarial se refiere, los efectos de mejora de procesos en organizaciones son evidentes. Por definición, el diseño de experiencia de usuario implica convertir a estos últimos en protagonistas (user-centered design), ofreciéndoles una experiencia intuitiva y satisfactoria, en la cual los productos y servicios sean accesibles y eficientes para ellos.
Desde hace ya un tiempo, el diseño UX se está implantado en muchas empresas y en el día a día de las personas de forma natural, pero, aun así, para muchas empresas y profesionales sigue habiendo un largo camino por recorrer a la hora de incorporar esta disciplina en su estrategia de productos y servicios digitales. En los tiempos que corren, supone un auténtico crimen quedarse atrás, pues la competencia entre marcas crece de manera precipitada y esto tiene una explicación clara: el usuario tiene -cada vez más- unas expectativas más altas, por lo que no basta solo con atraer su atención. Ante esta situación, la pregunta que deben hacerse los negocios es: “¿cómo puede nuestra marca diferenciarse y no solo cumplir, sino sobrepasar, las expectativas de los consumidores?”
La agencia de diseño estratégico TANDEM implanta este valioso elemento de manera eficiente. Invirtiendo el menor tiempo posible, pero generando el mayor valor que este pueda aportar y de manera que permita obtener productos o servicios en el time-to-market óptimo. Para TANDEM, los beneficios y resultados obtenidos por el cliente son su principal razón de ser.
Por otra parte, la aplicación de la metodología UX hace posible diseñar una experiencia positiva y amigable para el usuario; haciendo que, el producto en cuestión, además de satisfacer las necesidades de los consumidores, satisfaga también las necesidades del negocio. Otro aspecto a destacar del proceso que aplica TANDEM es que los proyectos de sus clientes se desarrollan con equipos multidisciplinares y de manera transversal, lo cual les permite conocer a todos los actores que intervienen en el proyecto.
Pero, ¿cómo comprobar si el diseño UX implantado está funcionando correctamente? TANDEM defiende que de nada sirve desarrollar una experiencia aparentemente perfecta sin una correspondiente medición de resultados. En una fase inicial, es fundamental definir cuáles deben ser los KPI (identificadores claves de rendimiento), que informan sobre el resultado del trabajo, y crear las iteraciones necesarias para la implementación de mejoras continuadas. Lo que funciona en X, puede no funcionar en Y y, por eso, es esencial trabajar con base en una retroalimentación, considerando además otros factores cualitativos que influyen en el proceso.
TANDEM concluye que los aspectos más relevantes que proporciona el diseño UX y puede obtener el negocio que lo aplica son: una mayor fidelización de los clientes (embajadores de marca), un aumento de las ganancias y una reducción de costes y, por tanto, un reconocimiento empresarial, acompañado de una mejora sustancial de los resultados financieros.