- Las perspectivas no son buenas: a raíz de la pandemia, el 11% de los automovilistas reconoce consumir más medicamentos peligrosos para la conducción que antes, lo que puede agravar aún más la situación.
- Predomina el desconocimiento: casi la mitad de los conductores no sabe identificar un fármaco peligroso para la conducción. Además, 4,5 millones de automovilistas reconocen haberse puesto al volante tras mezclar los medicamentos y alcohol y 4 millones reconocen haber sufrido situaciones de alto riesgo a causa de su medicación.
- 8 millones de conductores españoles están en tratamiento médico en la actualidad y otros 2 millones podrían estar automedicándose.
- Por Comunidades, Murcia y Extremadura son las comunidades donde más accidentes y situaciones peligrosas se dan por esta razón mientras que País Vasco y Castilla–La Mancha son las que menos.
El efecto de los fármacos sobre la conducción constituye el gran desconocido para la inmensa mayoría de los conductores españoles. Y puede ser comprensible, ya que los medicamentos constituyen una realidad compleja cuyos efectos varían dependiendo del tipo de fármaco, las dosis y las personas.
En este sentido, hay que dejar claro que los medicamentos no son un enemigo para la seguridad vial siempre que se consuman de forma responsable. Para ello, han de cumplirse tres condiciones: que haya prescripción médica, que responda a una finalidad terapéutica y que su consumo no afecte a la conducción. Algo que no siempre ocurre, ya que la presencia de psicofármacos en los accidentes de tráfico más graves empieza a ser preocupante. De hecho, en los últimos tres años, el número de conductores fallecidos que dieron positivo en estas sustancias aumentó un 40%.
Además, en la última década, el consumo de este tipo de medicinas estuvo presente en casi 50.000 accidentes con víctimas y según una estimación realizada a partir de los datos del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF), unos 1.300 conductores fallecidos en siniestros habrían dado positivo en psicofármacos. De hecho, solo en el último año disponible, el 12% de los automovilistas que murieron en accidente de tráfico dieron positivo en estos medicamentos, una realidad que puede agravarse aún más, ya que el 11% de los españoles reconoce consumir más medicinas peligrosas para la conducción a raíz de la pandemia.
Estas son las algunas de las conclusiones del estudio ‘Medicación y conducción: un cocktail mortal. Consumo de medicamentos entre los conductores españoles (2010-2019)’, realizado por la Fundación Línea Directa en colaboración con FESVIAL (Fundación Española para la Seguridad Vial) y que analiza cómo ha afectado el consumo de psicofármacos a la seguridad vial en la última década.
Según palabras de Mar Garre, Directora General de la Fundación Línea Directa: “no debemos alarmarnos: los medicamentos por sí mismos no son los culpables de los accidentes, sino el comportamiento de los conductores, por lo que debemos ser responsables en su consumo. Debemos consumir fármacos solo con prescripción médica, respetar las dosis y contraindicaciones, leer el prospecto y consultar cualquier duda con nuestro médico o farmacéutico si vamos a conducir. Hay que estar alerta, porque la presencia de psicofármacos en los accidentes mortales es un fenómeno al alza, lo que debe hacernos tomar conciencia de este problema”.
Proporcionalmente, la situación de los peatones es aún peor que la de los conductores: 1 de cada 5 peatones fallecidos en accidente de tráfico durante la última década se encontraban bajo los efectos de los psicofármacos en el momento del accidente. En este sentido, casi 400 peatones que resultaron fallecidos como consecuencia de un accidente de tráfico habían consumido este tipo de medicamentos.
Desconocimiento y conductas irresponsablesSegún el estudio de la Fundación Línea Directa, se percibe un gran desconocimiento sobre los efectos que los fármacos pueden producir en la conducción. De hecho, casi la mitad de los automovilistas españoles (46%) ignoran el significado del pictograma que advierte de que un medicamento puede afectar a la capacidad de conducir y 3 de cada 4 desconocen las consecuencias que pueden producir los medicamentos que consumen.
Este desconocimiento influye en conductas que, como mínimo, podrían ser calificadas de irresponsables. Unos 4,5 millones de conductores confiesan haber conducido tras mezclar alcohol y medicamentos y otros 2 millones tras combinar medicamentos con drogas. Además, 1,1 millón de automovilistas reconocen seguir conduciendo cuando sienten los efectos de la medicación que consumen.
Las explicaciones a esta realidad se acercan mucho a las excusas: 2 de cada 3 conductores afirman que el médico no les informa nunca o casi nunca sobre los efectos de la medicación en la conducción, un porcentaje que, en el caso de los farmacéuticos asciende al 76%. Sin embargo, más del 40% de los automovilistas reconocen que tampoco preguntan sobre las consecuencias de su tratamiento farmacológico a su médico y más del 50% no siempre lee el prospecto para informarse de esta cuestión. Algo preocupante, ya que 8 millones de conductores están en tratamiento médico y otros 2 millones podrían estar automedicándose.
Accidentes y situaciones de riesgo por consumo de medicamentosPreguntados por si habían sufrido accidentes o situaciones de riesgo debido al consumo de medicamentos, el 14% de automovilistas es decir, el equivalente a unos 4 millones, reconoce haber pasado por una de estas situaciones. Por Comunidades Autónomas, Murcia, Extremadura y Galicia son los territorios que registraron más incidentes debido al consumo de fármacos, mientras que en lado contrario se sitúan País Vasco, Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana.
En cuanto al perfil del conductor accidentado, los hombres sufren más accidentes y situaciones de riesgo que las mujeres, que tienen un mayor conocimiento sobre el tema, suelen leer más el prospecto para comprobar sus efectos sobre la conducción y consideran que los psicofármacos pueden tener el mismo peligro que las drogas. Por edad, las personas de entre 35 y 44 años son las que más accidentes registran y se observa una fuerte tendencia a la reincidencia, ya que 2 de cada 3 conductores accidentados por consumo de fármacos son reincidentes.