Procrastinar es un tema que todo el mundo hace, de una manera u otra, con demasiada frecuencia. Esto, llevado al extremo, puede acarrear bastantes inconvenientes, ya sea en el ámbito personal o profesional.
Este mal hábito en nada ayuda a los quehaceres diarios, ya que retrasar o posponer las tareas siempre trae consecuencias. Además, impide el desarrollo óptimo de las actividades, aleja de cumplir objetivos y dificulta mucho la organización.
Este es un tema muy habitual con el que trabaja a menudo el coach personal Pedro Serrano y sobre el que puede dar mucha información y claves para poder gestionar este aspecto tan arraigado en casi todas las personas.
¿Qué es procrastinar?
Básicamente, significa aplazar, posponer y también rehuir acciones o tareas importantes por otras actividades más placenteras, más fáciles de hacer y que supongan menos esfuerzo.
También es la tendencia de la mente humana a buscar la recompensa inmediata, la satisfacción instantánea, priorizando los resultados rápidos e inmediatos a los que puedan llegar a medio o largo plazo.
Las personas reaccionan así cuando de alguna manera perciben que la acción que tienen que hacer es tediosa, desafiante, aburrida o quizás demasiado grande, con lo cual evitarán hacerla, la pospondrán y harán cualquier otra cosa, evadiendo lo realmente importante.
Otro factor que hace caer en estos ineficaces hábitos es el miedo al fracaso, ya sea en un proyecto laboral o en un tema personal, como, por ejemplo, ver a una persona y sentir vergüenza o miedo al rechazo.
Sentir saturación es otro de los motivos por los que se procrastina. Y es que, en ocasiones, las personas se cargan con demasiadas tareas, no hay organización y llegan los agobios, las angustias y la desidia.
Estos temas son el caldo de cultivo ideal para que la mente proponga hacer alguna otra cosa placentera que no requiera esfuerzo y que tenga una recompensa rápida. Inmediatamente, tod@s compran eso que vende su mente. Seguramente, es algo que hará sentir muy bien momentáneamente, pero luego pasará factura y llegarán los remordimientos y la ansiedad de saber que no se ha hecho lo que se debería hacer. Este proceso puede sonar familiar a mucha gente.
Otro aspecto por el que se procrastina es tener la autoestima baja, ya que en ese estado aparecerán todas las inseguridades, miedos y bloqueos, que propiciarán que la mente proponga mil y un temas, con tal de aplazar o evitar hacer lo que tocaría hacer.
Sabiendo que este es un proceso muy habitual, pero que en nada ayuda al desempeño laboral y también personal, el afamado coach comparte algunas claves que seguramente ayudarán a salir de este estado.
Cómo dejar de procrastinar
La propuesta principal y la que tendrá más efecto y garantías para dejar de procrastinar es inducir cambios profundos en los comportamientos de cada un@ a través de nuevos hábitos, buscando cambiar la propia identidad, la autoimagen.
Tener coherencia entre lo que se piensa, se dice y se hace. Porque el cerebro solo proporciona apoyo si hay coherencia y la prueba definitiva siempre son las acciones.
Será un viaje desde la persona que se es hacia la que se quiere ser. Lo que más refuerza la identidad, el «quién soy» de cada un@, son sus acciones, sus comportamientos y, en definitiva, sus hábitos. Lo que más hace, lo que más repite, muestra quién es verdaderamente.
Por ejemplo, si alguien dice que es muy deportista y hace deportes concretos, en ciertos días de la semana, durante años, sus hábitos y acciones demostrarán y evidenciarán que esa identidad es real y coherente. Si, por el contrario, dice que es deportista, pero no hace casi nada de deporte ni tiene constancia, sus acciones y hábitos demostrarán que su identidad no es coherente y evidenciarán lo que verdaderamente es.
Las personas se convierten en lo que hacen de forma repetida. Por eso el coaching funciona tan bien para estos casos, pues el primer paso es identificar y gestionar los cambios necesarios que necesita la persona.
Después, toca verificar y clarificar quién es un@ mism@ y quién quiere ser y desde ese punto trabajar en definir nuevos objetivos y la manera de llegar a ellos. Implementar nuevos hábitos y sacar de la vida esos otros que impiden avanzar de manera efectiva.
En las sesiones de coaching con Pedro Serrano, paso a paso se irá dando forma a todo este proceso. Pero l@s interesad@s deben recordar que el coaching es un acompañamiento. Un coach personal es un compañero que estará al lado en todo el proceso, pero solo cada un@ puede ser la persona que experimente todos los temas que se traten en las sesiones. Pasar de la teoría a la acción.
Porque sin experiencia no hay aprendizaje. Así que, probar y comprobar. Esta es la mejor de las garantías para verificar que funciona.