La sociedad actual se encuentra en un momento donde las tasas de paro en España son históricamente bajas. Se trata, sin duda, de una buena noticia, ya que esto quiere decir que la mayoría de los ciudadanos tienen la opción de contar con una fuente de ingresos que les permita vivir.
Sin embargo, mientras el trabajo no falta, los precios aumentan a un ritmo vertiginoso, lo que está estrechando el margen de ahorro de las familias. A la vez, los precios de los alquileres en algunas zonas están por las nubes, obligando a muchos jóvenes a pagar hasta un 50 % de sus ingresos, únicamente por la vivienda.
Ante esta precaria situación, muchos llegan a la conclusión de que pagar una hipoteca fija es más barato que pagar un alquiler. El problema es que, con una posibilidad de ahorro tan baja en muchos casos, reunir el dinero necesario para dar la entrada a una casa, es poco menos que misión imposible.
Sin embargo, todo es posible si la persona es capaz de organizar sus finanzas, tomar las decisiones adecuadas y tener paciencia. Estos son algunos consejos que servirán para acercarse al objetivo de comprar una casa.
Centrarse en saldar las deudas
De poco sirve ponerse a ahorrar para comprar una casa, si se tiene deudas a las que se está destinando una parte importante de los ingresos. Puede que se financiase la compra de un coche, que se esté pagando un préstamo de estudios, etc.
Lo ideal para meterse en una hipoteca, sobre todo si los ingresos no son muy elevados, es que se llegue a ese momento con unas finanzas lo más saneadas posibles. Por eso, antes de ponerse a ahorrar para un objetivo, se debe intentar saldar las deudas o, al menos, una parte de ellas.
Pagarse a uno primero
Cuando se habla de “pagarse”, hace referencia a apartar esa cantidad de los ingresos que se vaya a destinar al ahorro. No se puede negar que, cuando se recibe la nómina en la cuenta bancaria, gastarse el dinero en compras y ocio es tentador.
Y es que gastar produce una sensación de felicidad, pero no se debe olvidar que es pasajera.
Por eso, la mejor forma de ahorrar es apartar una cantidad de los ingresos en cuanto se reciban. Una forma ideal de hacerlo es programando transferencias automáticas a otra cuenta de ahorros, por ejemplo. Así, se evitará la tentación.
Aplicar la regla de 50/30/20
Es una regla muy sencilla para organizar las finanzas, pero es realmente efectiva. Básicamente, se trata de destinar el 50 % de los ingresos a gastos fijos (vivienda, suministros, comida y transporte). El 30 % se puede emplear en gastos variables (ocio, suscripciones…). Y, por último, el 20 % restante al ahorro.
Acudir a un intermediario financiero
Con todos estos consejos, se comenzará a ver que la cuenta de ahorros crece. No obstante, y teniendo en cuenta que los bancos financian normalmente el 80 % de la compra, reunir el 20 % restante, más los gastos que supone una compra, puede ser bastante complicado.
Por eso, Ricardo Gulias, director de Rn tusolucionhipotecaria.com, recuerda que los brókers hipotecarios tienen más opciones de conseguir el 100 % de financiación. De este modo, se necesitará menos ahorros para comprar la vivienda.
Pero no solo eso, ya que también asesorará sobre la cantidad de dinero que se necesita y cómo se puede conseguir.
Por eso, acudir a un intermediario si se quiere comprar una vivienda siempre es una buena idea. Para los que tengan dudas, los expertos de Rn tusolucionhipotecaria.com están a disposición para resolvérselas sin ningún compromiso.
La regla de oro; tener paciencia
Como último consejo, las personas que están decididas a comprarse una casa y comienzan a ahorrar para ello, deben recordar que este tipo de cosas no suele llegar de un día para otro. Ser constante y armarse de paciencia es la clave porque, aunque se tarde, siguiendo todos estos pasos, finalmente se conseguirá.