Las personas con algún tipo de discapacidad visual se enfrentan en su día a día a diferentes limitaciones que afectan a su autonomía. Por ejemplo, ¿cómo distingue una persona con alta miopía sus lentes esclerales?, ¿qué opciones tiene para distinguir las lentillas de cada ojo?
Recientemente, se ha hecho viral un tweet que ha compartido Carmen, una invidente que quería agradecer el gesto que un camarero ha tenido con ella cuando se ha sentado en una terraza a tomar un café. “No sé el nombre de la cafetería en cuestión, pero si me lees y hace un momentito le has puesto un café a una chica ciega, soy yo. Muchas gracias por querer saber cómo atendernos y hacernos la vida un poquito más fácil”, comentaba en la red social.
El camarero en cuestión le ha indicado exactamente dónde situaba su café sobre la mesa, mencionando las agujas del reloj. “Tienes el café a las 12”. “Para quien no lo sepa, es una forma de indicarnos dónde están las cosas”, matizaba Carmen. Detalles como este facilitan la vida de muchas personas que, no tienen por qué ser ciegas, sino simplemente tener alguna patología visual que dificulta acciones tan sencillas como tomar un café.
Datos sobre la discapacidad visual en el mundo
Según la Organización Mundial de la Salud, 1.300 millones de personas en todo el mundo padecen alguna deficiencia visual. Las principales causas son los errores de refracción no corregidos y las cataratas. Y, aunque la mayoría de las personas con visión deficiente tienen más de 50 años, los expertos en salud visual estiman que para 2050, el número de afectados podría triplicarse debido a patologías derivadas de una alta miopía, considerada ya la pandemia del siglo XXI, que afecta a 7 de cada 10 jóvenes en España.
Otro dato que se extrae del informe de la OMS es que el deterioro de la visión supone una enorme carga económica. Se calcula que los costos anuales derivados de la pérdida de productividad asociada a las deficiencias visuales por miopía o presbicia no corregidas ascienden a los 244.000 millones y 25.400 millones de dólares, respectivamente, en todo el mundo.
Un dato también muy significativo es que, de todos los casos de discapacidad visual, más de 1.000 millones podrían haberse evitado. “Las personas que necesitan atención oftalmológica deben poder recibir intervenciones de calidad sin sufrir dificultades financieras. Incluir la atención oftalmológica en los planes nacionales de salud y en los conjuntos esenciales de servicios es una parte del camino de cada país hacia la cobertura sanitaria universal”, comentaba el Director General de la OMS, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Pero es que, además de las diferencias socioculturales o económicas, existe otra problemática sobre la que los expertos en salud visual hacen hincapié: la falta de concienciación sobre la importancia de revisar la vista una vez al año. Un control a tiempo y un tratamiento personalizado puede evitar problemas más graves.
Principales causas del aumento de la deficiencia visual
Una población cada vez más envejecida, la reducción del tiempo que se pasa al aire libre y, por el contrario, el aumento de las horas que se pasa frente a los dispositivos móviles y otras pantallas, son algunas de las principales razones que explican que cada vez haya más personas con alguna discapacidad visual.
Cada vez es mayor el tiempo que se pasa en espacios interiores, realizando actividades que implican una visión de cerca y que hace que aumenten los casos de miopía. Además, tal y como se ha comentado anteriormente, una detección tardía de las patologías también retrasa la posibilidad de recibir un tratamiento preventivo adecuado.
Soluciones para las deficiencias visuales
Más allá de las gafas o las lentillas tradicionales, existen otras alternativas que resultan especialmente interesantes cuando no se desea pasar por quirófano o no se quiere que los métodos más conocidos de corrección visual limiten el día a día. De hecho, muchos pacientes con graduaciones muy altas que desean evitar las típicas gafas demasiado gruesas, eligen como solución la combinación de varios métodos como, por ejemplo, gafas y Orto K, pero ¿qué son las lentes Orto K?
Las lentillas Orto K
Las lentillas orto K incluyen una curvatura interior diseñada específicamente a medida para cada paciente. Al utilizarlas durante todas las horas de sueño, la capa más externa del ojo se adapta a la forma de la lente suavemente.
Este pequeño cambio de curvatura no causa ninguna sensación molesta diferente a la de una lentilla convencional, sin embargo, es suficiente para que el ojo se haya adaptado a ella y pueda tener una visión totalmente normal. Este efecto dura todo el día y va desapareciendo poco a poco.
Está indicado a partir de los seis años y resulta un método muy práctico para poder disfrutar de la libertad que no aportan las gafas o las lentes de contacto tradicionales. No hay que olvidar que la cirugía refractiva no es posible hasta los 18 o 20 años cuando la graduación del ojo ya se ha estabilizado y, además del problema estético, las roturas, pérdidas o accidentes requieren de una disciplina e higiene en su uso para la que los niños no están preparados.
La razón por la que las lentes Orto K son las más indicadas para frenar la miopía en los niños es que, cuando se aplica este tipo de tratamiento en un ojo aún en desarrollo, el desenfoque periférico que genera el moldeo, disminuye el estímulo para el crecimiento axial del ojo que conlleva el aumento de la miopía. Es decir, con el uso de lentes Orto K, se puede llegar a corregir o reducir el aumento de la miopía. En el caso de los pacientes hipermétropes también resulta un método efectivo para la compensación de su defecto refractivo hipermetrópico, facilitándoles la eliminación de la necesidad del uso de gafas tanto de lejos como de cerca.
De hecho, del 100 % de los tratamientos con Orto K realizados en Avanlens en 2022, un total de 397, un 32 % son niños en edad escolar con una miopía evolutiva en progresión, confirmando esta técnica como la primera opción para el control de la miopía. Según la Asociación de Optometristas, la ortoqueratología o lentes Orto K son el medio no invasivo más indicado para desacelerar la progresión de la miopía y otros defectos visuales en niños y niñas en edad escolar.
Lentes esclerales
Las lentes esclerales, igual que las lentillas Orto K, están diseñadas de forma individual, pudiéndose adaptar así a las necesidades visuales que presenta cada persona. Su tamaño está entre los 12,5 y 20 mm, y siempre que se haga un cuidado adecuado, pueden tener una duración de hasta 18 meses. Este tipo de lentes, debido a su tamaño y a su apoyo en la esclera, crea un espacio entre la córnea y la lente que siempre estará relleno de una solución sin conservantes manteniendo la córnea altamente hidratada.
Están indicadas para discapacidades visuales como graduaciones muy altas, postcirugía o síndrome del ojo seco, infecciones o traumatismos oculares y queratocono. Para los pacientes que sufran una miopía muy alta, existe la posibilidad de diseñar las lentillas con un punto para que el usuario pueda localizarlas mejor. Y, al igual que las lentes Orto K, pueden ser una opción combinable con las gafas.
En cualquier caso, antes de elegir un método para corregir los problemas de visión, o si se padece de discapacidad visual y se prefiere combinar varias alternativas para verse bien por dentro y por fuera, lo mejor es acudir al especialista de confianza. En Avanlens, centro especializado en contactología avanzada, sus profesionales ayudarán a determinar cuál es la mejor opción según las características de cada ojo, el problema refractivo y el estilo de vida. De esta manera, será posible elegir el mejor tratamiento para cuidar de la salud visual.