Ante las altas multas impuestas a diferentes compañías por no implementar o no hacer eficientes sus programas antilavado de dinero y financiación del terrorismo son muchas las inquietudes que tienen las empresas sobre cómo implementar un plan que cumpla con las nuevas normativas. El Dr. Correal hace las siguientes precisiones.
En los últimos años, el blanqueo de capitales (AML) se ha convertido en una actividad delictiva cada vez más sofisticada. Se estima que entre el 2% y el 5% del PIB mundial se lava cada año, y el robo de identidad se ha convertido en una de las principales tendencias para el lavado de dinero. Por lo tanto, no es sorprendente que se hayan exigido más reglas ALD para mantenerse al día.
En una carrera para evitar que los delincuentes disfracen dinero ilegal como ganancias legítimas, para industrias altamente reguladas como la banca y las finanzas, la necesidad de lograr el cumplimiento correcto de ALD es vital. Pero es un desafío complejo, especialmente cuando las reglas pueden cambiar según el país o la región.
Se proyecta que el mercado de software contra el lavado de dinero alcance los $ 1,77 mil millones para 2023, por lo que la voluntad por abordar el cumplimiento drásticamente está ahí. Sin embargo, las reglas de AML son inflexibles. El resultado es que las empresas pueden enfrentar sanciones y cargos penales en caso que las medidas que apliquen no cumplan con el objetivo. Según las estadísticas contra el lavado de dinero de 2019, el 60,5% de las multas de los bancos se debieron a violaciones de las regulaciones ALD. Por lo tanto, es una prioridad absoluta escoger muy bien el software y modelo anti lavado que se vaya a implementar en la compañía.
Empezar bien es crucial. Sin una evaluación de riesgos exhaustiva, su programa ALD está destinado a fallar incluso antes de que haya comenzado. En primer lugar, debe identificar las categorías de riesgo de la empresa: ¿qué ubicaciones, productos y servicios es probable que experimenten actividad delictiva y de qué tipo? Luego, debe analizar los datos en estas categorías, examinando los datos de las transacciones (por ejemplo, transferencias de fondos internacionales) en busca de señales de alerta. Luego, debe actualizar los perfiles de riesgo con regularidad a medida que cambia la naturaleza del negocio. Las empresas se mueven rápido, por lo que las actualizaciones periódicas son vitales para garantizar que no se pierda nada sospechoso.
La gestión eficaz del riesgo requiere ir más allá de su propia empresa y sus clientes. Esto significa evaluar la propiedad real de las empresas clientes, ya que los poderes no identificados detrás de una organización pueden tener una agenda oculta. De hecho, podría considerar al beneficiario final como una señal de alerta simplemente porque es difícil identificar a los actores clave, su historia y sus motivos. La transparencia es clave.
Otro elemento importante es contratar un oficial de cumplimiento, que tenga como prioridad impulsar y socializar dentro de la organización iniciativas ALD, así como también mantenerse informado de las regulaciones y desarrollar y hacer cumplir un programa estructurado de ALD. Sin embargo, lo más importante es que su función sea proteger a su empresa de enfrentar sanciones por parte de los organismos reguladores.
Es importante tener en cuenta que su empresa es responsable de supervisarse a sí misma, y que los organismos gubernamentales esperan que implemente medidas para cumplir con la normativa.