El Instituto Blasco, bajo la dirección de Nacho Blasco, pondrá en marcha un proyecto para ofrecer terapia gratuita a través del análisis de la conciencia e hipnosis expansiva a instituciones que trabajen de forma altruista con personas sin recursos o desfavorecidas.
Colaborando en este proyecto solidario del Instituto Blasco, la Sociedad Científica para la Investigación de la Conciencia SCIC y la Asociación Española de Analistas de la Conciencia ASEDAC.
Además, Nacho Blasco, presidente de la Sociedad Científica para la Investigación de la Conciencia SCIC, ofrece ayuda de forma altruista y gratuita, a todas las personas que estén en duelo o en su proceso de morir. Ofreciendo programas de ayuda gratuita con la finalidad de ayudar, informar, orientar, compartir y acompañar a las personas que están atravesando diferentes procesos dolorosos y confusos.
“Desde la Sociedad que presido y con la ayuda de la doctora María José Cardoso, vicepresidenta, del doctor Salvador Alonso, director del Comité científico, del psicólogo Ángel Fraguas, director del programa de ayuda al duelo, la doctora Carolina Dassen, y más de 100 voluntarios altruistas, buscamos un objetivo común: ser un instrumento de ayuda desinteresada para los procesos de superar el duelo, la ayuda y asistencia en el proceso de morir.
Desde el momento del diagnóstico, la muerte se convierte en una alarma que no deja de sonar, y aunque desviemos nuestra atención, el ruido no para, hasta que nos damos cuenta de que tenemos que sentarnos enfrente de esa alarma, de ese ruido, de ese diagnóstico, de ese proceso, solo así podremos contemplar la muerte y solo así podremos contemplar la vida.
Todas las personas que están pasando por un proceso donde la muerte está cerca y si necesitas apoyo, acompañamiento u orientación, puedes contar con nosotros. También todas las personas que estén en su proceso de duelo. Estamos para ayudarle, escucharle, apoyarle y acompañarle» explica Nacho Blasco Ahís, presidente de la SCIC.
Con un equipo multidisciplinar formado por profesionales que llegan desde distintas disciplinas y que incluyen doctores en medicina, psicólogos, neuropsicólogos o asistentes sociales, entre otros, su intención es apoyar a quienes están pasando por los distintos procesos de duelo, a menudo confusos y dolorosos de forma totalmente altruista.
Actualmente, hay más de un centenar de personas, cifra que se incrementaría hasta los 300 cuando se cuentan también a los participantes en diferentes programas de ayuda.