España, por su cultura, idioma, clima y gastronomía, así como por su excelente sistema educativo (tanto público como privado), es uno de los destinos principales para realizar periodos académicos universitarios de intercambio de un semestre o curso académico (entre cuatro y nueve meses).
Los más conocidos son las becas Erasmus dentro de la UE, pero, en realidad, infinidad de universidades de los cinco continentes cuentan con acuerdos para programas de intercambio con universidades españolas.
Las alternativas de alojamiento para estos estudiantes van desde las residencias a apartamentos, estudios o habitaciones en pisos compartidos, pero, por lo general, suelen ser alternativas caras y difíciles de conseguir con poca antelación y para estancias cortas, por lo que muchos alumnos se decantan por una familia de acogida. Una familia de acogida les supone una mejor relación calidad-precio y optar por una alternativa en la que toda la intendencia esté resuelta (comidas, suministros, lavandería, etc.), además de beneficiarse de la experiencia de inmersión cultural, practicar el idioma, tener un punto de apoyo y consejo en la ciudad de destino y, no menos importante, contar con un residente que garantice que se cumplan las normas mínimas de convivencia en cuanto a ruidos, limpieza, horarios, etc. Al final, el alumno en familia de acogida libera tiempo que no tiene que dedicar a labores de intendencia diaria y puede aprovechar para el estudio o el ocio.
Desde el punto de vista del anfitrión, alquilar habitación a estudiantes en Madrid permite recibir un ingreso extra, mientras se convive y descubre una nueva cultura y se obtienen otros beneficios del proceso, en muchos casos hacerse amigos de por vida. Innfamily es una plataforma digital que se encarga de poner en contacto a jóvenes huéspedes con anfitriones residentes en la ciudad.
Beneficios de las familias de acogida para los estudiantes extranjeros
Cada año aumenta la demanda de intercambios internacionales en España y uno de los aspectos que más preocupa a los estudiantes es encontrar el alojamiento adecuado. Cuando llegan a la ciudad, sus opciones de hospedaje se resumen en residencias, alquileres de estudios o apartamentos (para los más pudientes), habitaciones en pisos compartidos o habitaciones en pisos de un anfitrión residente (tradicionalmente conocido como familia de acogida o ‘homestay’). Tanto las residencias como el alquiler de estudios o apartamentos son opciones muy onerosas y no al alcance de cualquiera. En el caso de las habitaciones en pisos compartidos, su inconveniente es que no se conoce quiénes serán los compañeros de piso y sobre todo si se respetarán las normas de convivencia. Sin embargo, la mayor dificultad a la que se enfrentarán en su búsqueda de todas estas modalidades de alojamiento será la dificultad de conseguir una plaza dada la poca antelación con la que cuentan desde que les confirman su admisión para un intercambio (entre uno y tres meses) y la alta demanda que existe para la oferta existente, pero sobre todo, que la duración de su estancia (entre tres y nueve meses) hará que mucha de la oferta disponible (que no admite estancias inferiores a 11 meses) no esté a su alcance.
De esta forma, contar con una familia de acogida resulta una opción ideal para los estudiantes de programas de intercambio de uno o dos semestres. En este sentido, el servicio de Innfamily es sencillo y accesible tanto para los anfitriones como para los arrendatarios; estos últimos solo se deben registrar de forma gratuita en el sitio web, buscar entre las opciones disponibles y reservar el espacio que más les guste.
¿Por qué alquilar habitación a estudiantes Madrid?
Al acceder a un anfitrión local residente, el estudiante internacional se sumerge en la cultura, descubre las costumbres de una familia oriunda y por medio de su guía, le es más sencillo adaptarse al ritmo de la sociedad. Sumado a esto, las comodidades que ofrece esta modalidad incluyen una habitación individual privada, baño privado o compartido, la lavandería y diferentes modalidades de pensión (pensión completa, media pensión o sencillamente derecho a uso de la cocina). Es importante conocer que todos los anfitriones son evaluados inicialmente por la empresa y posteriormente por la opinión de los huéspedes anteriores.
Son muchas las ventajas que obtienen los estudiantes al alojarse con una familia, pero también para los anfitriones supone una alternativa atractiva que les permite rentabilizar su activo y obtener otros beneficios a los que ya se ha aludido anteriormente. El hecho de que la estancia sea corta -en su mayoría no sobrepasa los 9 meses- evita la eventual fatiga de convivencia con una persona concreta y, gracias al aumento de llegadas de estudiantes extranjeros, la demanda se mantiene durante casi todo el año, por lo que trabajar con una plataforma como Innfamily permite mantener la rotación de estudiantes y obtener la mayor rentabilidad posible.
Por otra parte, las personas que viven solas y tienen la disponibilidad, pueden mantener su casa siempre habitada. De esta manera, ambas partes consiguen beneficios. Para conocer más el proceso, la página web detalla toda la información necesaria para los estudiantes y anfitriones.