En momentos de reflexión se entienden que las segundas oportunidades son un regalo que la vida otorga, permitiendo corregir errores, crecer como individuos y enseñar a no rendirse ante los desafíos. No siempre que una puerta se cierra significa que sea el fin del camino. También puede ser el comienzo de un nuevo capítulo. Y ese es el caso de una vecina de Enguera que, fruto de varios tropiezos económicos, acabó con una deuda personal que casi llegó a los 100.000 €.
Como ella misma explica, “Básicamente me metí en unos líos sin ser consciente. Era autónoma, tenía un restaurante que no me iba muy bien y al final tuve que cerrarlo. La gestoría no dio de baja a los empleados, lo que hizo que generara una deuda bastante importante. Encima, cambié de teléfono y de domicilio fiscal, con lo que las notificaciones no me llegaban”.
Pero no fue hasta que la clienta consiguió un trabajo cuando se dio cuenta de la pesadilla que estaba a punto de vivir. “Cuando firmé el contrato de trabajo, a los días empezaron a acribillarme a cartas, a llegarme notificaciones. Llamadas que no sabía ni por qué, ni de dónde, ni cómo llegué a eso. Era desesperante. Yo lo único que quería era trabajar y no veía salida a mi situación, me parecía imposible después de tantos años. Me encontraba en una situación bastante complicada e imposible de resolver”.
La solución llegó de las redes sociales
Una noche, ojeando vídeos en TikTok, se fijó en un anuncio de una empresa de reclamaciones bancarias, Cerciora, donde hablaban de una Ley de Segunda Oportunidad que conseguía eliminar las deudas a las personas. “Yo escuchaba a un hombre así canoso que enseguida me dio confianza aunque dudaba de que eso de la Ley de Segunda Oportunidad fuese verdad. Al final decidí llamar y preguntar, ya que tenía bastantes dudas y no me fiaba del todo. Pensaba que los abogados me sacarían el dinero al no tener ni idea del asunto. Mi desconfianza era normal si tenemos en cuenta todos los tropezones que había tenido anteriormente. Así que me dije que tenía que conocerlos en persona y tratarlos de tú a tú para saber si todo era cierto”.
Una vez conocidas las partes y explicada, por parte de Cerciora, en qué consistía la Ley de Segunda Oportunidad (sobre todo sus requisitos y beneficios), la clienta empezó a recopilar toda la información que obraba en su poder, una de las etapas más duras del procedimiento, ya que da la sensación de “no acabarse nunca”. Según cuenta “sinceramente me pareció muchísima documentación, aunque cuando me puse a ello fue muchísimo más fácil de lo que me esperaba”.
Un final feliz en tiempo récord
Una vez recopilada la información necesaria, Cerciora le dio un plazo de 6 meses para resolver su caso. Pero fue incluso menos tiempo. No llegó a los 5 meses. “Empezamos en enero la operación y el 6 de junio, que no se me olvidará nunca, salió la sentencia firme donde se me cancelaba toda la deuda que tenía. Recuerdo que me volví loca mandándote audios, llamándote sin cesar. Me fui a todos los sitios donde tenía que notificar la sentencia. Fui incluso a Hacienda. La fecha del 6 de junio, junto a los días de nacimiento de mis hijas son las fechas más importantes en mi vida. Esa sentencia fue, sinceramente, la que me devolvió la sonrisa”.
Consiguió un final de lo más feliz, gracias a la confianza depositada en Cerciora, quien le brindó la oportunidad de volver a empezar. La clienta lo explicaba así: “Sinceramente la confianza fue la que tú me transmitiste, trate directamente contigo. Obviamente, habrá una plataforma detrás, pero al ser un trato tan directo contigo la confianza fue inmediata. Además, hay que contar con las facilidades de pago que Cerciora me da. Cuotas fáciles que estoy religiosamente cumpliendo”.
Lo que está claro es que el procedimiento de Ley de Segunda Oportunidad funciona, donde lo más difícil con lo que se puede encontrar es que la gente se lo crea, que vea que es real, que es posible. “Para mí esta oportunidad fue un cambio en absolutamente todo. Gracias a Cerciora, estoy al día en absolutamente todo. Sentí como si fuese el empujón que necesitaba para volver a empezar de nuevo en todos los sentidos. Legalmente, poder tener un coche a mi nombre, una tarjeta, poder hacer un Bizum a mi hija que está en la universidad. Fíjate, un Bizum, qué pequeñas satisfacciones ¿verdad? Antes no podía realizar un Bizum a mi hija”.
Una segunda oportunidad doble
Y es que esta historia no se termina aquí. La cancelación de toda su deuda no fue el punto final de esta historia. Al aliviar las cargas financieras, pudo iniciar un negocio y contratar empleados, impulsando el crecimiento económico y la creación de empleo en su propio pueblo, brindando una oportunidad sin precedentes para que las personas se librasen de la carga de la deuda y pudieran comenzar de nuevo.
Una vez liberada de toda su deuda, decidió empezar de nuevo con un proyecto que conocía muy bien: el restaurante donde trabajaba. Llegó a un acuerdo con su jefe y, a día de hoy, ese restaurante, el restaurante La Plaza, es suyo. Decidió contratar, junto a sus dos hijas, a sus antiguas compañeras de oficio. “Mi restaurante -explica orgullosa se llama bar La Plaza. Es un bar con muchísima calidad donde intentamos hacerlo todo de la mejor manera posible. Somos un equipo donde todas eran mis compañeras de trabajo, quitando a mis hijas. Son gente con ganas de trabajar y que me apoyan en todo. Lo de segunda oportunidad es en todo, pero en todo: en el plan personal, en el plan profesional y en todo lo que son las deudas. Cambié de novio, cambié de vida, cambié de todo claro. Ahora puedo decir que tengo una vida y esa vida se la debo a Cerciora”.
Al ofrecer cancelación de deudas y un nuevo comienzo, la Ley de Segunda Oportunidad ayuda a las personas a superar obstáculos financieros y tomar el control de su futuro. Esta estructura legal reconoce que la vida puede dar giros inesperados y que las personas no deberían quedar permanentemente afectadas por dificultades financieras pasadas. Además de brindar ayuda a quienes la necesitan, la Ley de Segunda Oportunidad también puede tener un impacto positivo en comunidades enteras.
Cerciora, alternativa real para las reclamaciones bancarias
Cerciora es una compañía de origen valenciano que nace como alternativa para reclamaciones contra la banca de particulares y autónomos. El carácter innovador de Cerciora reside en analizar gratuitamente cada caso y asesorar sobre que se puede reclamar, dando la información de una forma fácil y clara, posicionándose con las personas más desfavorecidas, dando la oportunidad de disfrutar una defensa jurídica accesible para todo el mundo.
Cerciora acabó el 2022 de la mejor manera posible, alcanzando el reconocimiento tanto nacional como europeo al alzarse con tres de los premios más prestigiosos en cuanto a defensa de los derechos del consumidor se refiere: Premio a la Mejor Empresa Legal de Europa, Premio Europeo 2022 de Liderazgo y Éxito Empresarial y Premio Nacional de Ley 2022.
Todo un éxito para una joven compañía que, gracias a su compromiso y entrega profesional le ha llevado a convertirse en una referencia de la defensa de más de 27.000 consumidores, además de destacarse por sumar logros del 99 % de éxito en las reclamaciones atendidas.