Los hilos tensores son un recurso que está en pleno auge dentro de la medicina estética. Son unos finos filamentos que se colocan para disminuir la flacidez facial o las arrugas. También se utilizan para levantar las cejas y redefinir las facciones de la cara o el contorno de la mandíbula.
Esta técnica ha sumado muchos seguidores porque permite lograr un refrescamiento del rostro prácticamente instantáneo, sin tener que pasar por un quirófano. En España, uno de los institutos de referencia para este tipo de tratamientos es la Clínica Burgos, un centro estético especializado en procedimientos antiedad.
Cómo trabajan los hilos tensores en el rostro
Los hilos tensores se implantan en forma de una red que va a servir de soporte a los tejidos del rostro. De esta manera, se recupera de forma rápida la elasticidad que la piel va perdiendo como consecuencia de la edad o del descuido. Además del efecto reafirmante, estos hilos tensores favorecen la producción de colágeno.
Los especialistas de la Clínica Burgos de Barcelona explican que existen dos tipos de filamentos para estos tratamientos. Están los monofilamentos, que sirven para favorecer la formación de colágeno en la piel. Por su parte, los multifilamentos son indicados para elevar el tejido. Esta técnica no solo se utiliza para rejuvenecer el rostro, sino también otras partes del cuerpo.
En este sentido, la Clínica Burgos ha aplicado los hilos tensores en las rodillas y en los brazos. Utilizan como materiales filamentos reabsorbibles que son completamente compatibles con el organismo humano. Con ellos, se consigue, además de la generación de nuevo colágeno, la estimulación para que la parte del cuerpo tratada produzca elastina.
Aplicaciones focalizadas de los hilos tensores
Los especialistas de este centro estético de Barcelona afirman que se trata de una técnica regeneradora que es totalmente inocua para el organismo. Una de sus ventajas es que permite atacar zonas específicas del rostro o el cuerpo sin afectar otras que no lo requieran, mediante una sustancia denominada polidioxanona.
Los hilos tensores suelen utilizarse para disimular las arrugas alrededor de los ojos, reafirmar el cuello, levantar las mejillas o elevar las cejas. También sirven para recuperar la asimetría de la cara, la del contorno facial e igualmente disimular las arrugas de la frente. En los brazos, reafirman la piel y, en las rodillas, se utilizan para recuperar su rigidez.
En Clínica Burgos, toda intervención con hilos tensores está precedida por una valoración del paciente. Allí, los expertos determinan qué áreas específicas requieren el tratamiento. Toman en cuenta el grado de flacidez de la piel, la edad del paciente y la estructura ósea o facial. Una vez aplicado el procedimiento, se continúa con una supervisión y acciones complementarias para mantener sus beneficios.