Cuando una empresa descuida su gestión fiscal corre el riesgo de tener que responder con su patrimonio frente a la administración. Esta situación puede deberse a cambios continuos en la persona encargada de gestionar la contabilidad o a la falta de proactividad de parte de los gestores o asesores que realizan estas tareas, entre otros motivos.
En cualquier caso, los especialistas de la asesoría fiscal y jurídica ETL ILIA recomiendan realizar periódicamente chequeos fiscales para evitar problemas. De esta manera, una empresa puede llevar un mejor control de su gestión administrativa, comprobando que todo esté al día. Además, con este tipo de servicios es posible evitar prácticas fraudulentas que más tarde ocasionan problemas graves.
Ventajas de realizar un chequeo fiscal con ETL ILIA
Los servicios que ofrece esta asesoría operan con independencia del actual gestor o asesor de una empresa. El objetivo de este trabajo es detectar incoherencias contables y riesgos potenciales en los estados financieros para alertar al administrador de las potenciales contingencias tributarias en las que está incurriendo.
Para cumplir con estos objetivos los profesionales de ETL ILIA realizan una revisión de los estados financieros y de la coherencia de las declaraciones tributarias presentadas respecto a dichos documentos. Además, este equipo de especialistas busca anomalías que pueden derivar en riesgos para socios o administradores.
Este tipo de tareas se pueden llevar adelante de manera remota, mediante envío de la documentación o desplazándose hasta las instalaciones de la empresa. Con respecto a esto último, ETL ILIA atiende a clientes de toda España a través de videollamadas.
Gracias a este tipo de servicios es posible detectar potenciales riesgos fiscales o errores contables. Ahora bien, los clientes que buscan profundizar esta revisión deben realizar una auditoría o due diligence.
¿En qué circunstancias es conveniente realizar una due diligence?
Este tipo de estudios o auditorías tienen por objetivo analizar detalles de distintas áreas de una sociedad mercantil para cotejar que se cumple con la legislación aplicable. Por lo general, estos análisis se solicitan cuando se quiere comprar una empresa, cuando se acude a una ronda de inversión o cuando se produce un cambio en el órgano de administración de una sociedad.
Completar una due diligence suele tomar no menos de 3 o 4 semanas, durante las cuales el consultor estudia la documentación aportada por el cliente. Una vez finalizada esta etapa se elabora un informe detallado en el que se presentan las contingencias que se han detectado en cada documento.
Con la experiencia de 40 años y el apoyo en la asesoría ETL ILIA, es posible llevar un control de la gestión fiscal de una empresa para evitar problemas graves.