En la era de las redes sociales y la comunicación instantánea, son pocos los planes de estudio escolares que contemplan la inclusión de recursos que ayuden a mejorar la capacidad de expresión de los jóvenes. Se trata de una herramienta muy útil que permite desarrollar las facultades comunicativas con los demás.
Cada día más concejalías de juventud y centros educativos de la Comunidad de Madrid crean su propio club de debate en el que los participantes se reúnen semanalmente para poner en común ideas, aprender sobre lógica y argumentación y en el que se celebran clases de debate para adolescentes.
Daniel Casanueva, fundador de la escuela de debate TRIVIUM, considera que «un curso de debate y oratoria es una actividad que permite al adolescente desarrollar su pensamiento crítico, puesto que los participantes eligen temas de actualidad de su interés y debaten defendiendo distintas posturas sobre el tema, buscando siempre la elocuencia y la profundidad de los argumentos. También se trabaja la capacidad de analizar y contrastar la información que se utiliza, comprobando que es veraz, lo que ayuda a los jóvenes a aprender cómo detectar bulos. Todo ello contribuye en el desarrollo de sus habilidades comunicativas tanto desde un punto de vista lógico como emocional, puesto que para convencer hay que ser capaz de razonar, pero también de comprender la postura de tus interlocutores.»
En este sentido, Daniel considera que «nuestro bienestar, especialmente en la adolescencia, depende en gran medida de la calidad de nuestras relaciones, y estas se cuidan a través de una comunicación sana con nosotros mismos y con las personas que nos rodean. Por ello, un curso de debate y oratoria para adolescentes es importante, porque es una herramienta con la que entrenar nuestra comunicación lógica y también la emocional. Esto es así porque nuestro día a día es una constante negociación. Negociamos la hora de volver a casa tras quedar con los amigos, el plan que haremos el sábado, la nota que nos merecemos que nos ponga nuestro profesor…, y negociar bien es saber entender la postura de nuestro interlocutor y confrontar las ideas dentro del respecto al compañero.»
Por ello, la asociación TRIVIUM ayuda a ayuntamientos, concejalías de juventud y colegios e institutos a crear estos espacios de aprendizaje, para que el debate escolar esté presente en la vida de los jóvenes, tanto dentro como fuera de las aulas. TRIVIUM gestiona la búsqueda de financiación pública y privada, lo que permite a las instituciones ofrecer un curso de debate y oratoria o un club de debate de manera accesible. Y además, la asociación actúa como pieza que conecta a los mayores campeones de debate a nivel nacional e internacional, con adolescentes de toda la Comunidad de Madrid.
Las actividades que proponen las escuelas de debate
«En nuestra escuela de debate, así como en la mayoría de iniciativas que buscan promover el debate juvenil, proponemos a las concejalías de juventud y a los centros educativos comenzar organizando un taller de debate y oratoria de unas tres horas, que habitualmente se organiza en horario lectivo como complemente a la asignatura de lengua castellana. Un segundo paso es poner en marcha un club de debate municipal o en el propio centro educativo, que se reúna con periodicidad semanal y en el que se desarrollen todas estas competencias a través de juegos y dinámicas prácticas», dice Patricia Villoch, perito judicial en lenguaje no verbal y formadora especializada en oratoria y debate.
Las claves de la oratoria en jóvenes
Según patricia, «el uso de la palabra es una actividad que se vuelve cada vez más necesaria en la actualidad. Se trata de una aptitud que no solo ayuda a mejorar el futuro profesional de los jóvenes, sino también la calidad de la sociedad que con ellos se construye, mejorando considerablemente la circulación de ideas, opiniones y puntos de vista. Organizar un curso de debate y oratoria o un club de debate es una manera eficaz de preparar a las nuevas generaciones para afrontar realidades dinámicas y complejas. En estos tiempos de fake news y de reflexiones rápidas de 140 caracteres, el debate juvenil es más importante que nunca.»