La tanatopraxia ha sido importante en diferentes sociedades y en distintas épocas. La higienización, conservación, reconstrucción y mantenimiento estético del cadáver forman parte fundamental de la salud pública en las ciudades, además de tratarse de procesos que convergen en rituales para las familias en el momento de despedir a sus seres queridos.
No obstante, en ese camino, la cremación se convierte en parte fundamental para evitar acumulación de cuerpos y desarrollo de enfermedades, por lo tanto, se hace vital para el cumplimiento de normas y leyes asociadas al sector funerario.
En esa medida, y de acuerdo con su nivel de importancia, la demanda de profesionales en tanatopraxia es cada vez mayor, porque además el aumento de la población significa también el incremento de muertes diarias y, en ese sentido, de más cadáveres.
En este contexto, Tanatos Formación es un centro de formación especializado en tanatopraxia con sedes en Madrid, Málaga, Santiago y Sevilla. Actualmente, oferta uno de los cursos más demandados por el sector, en Cremación y Mantenimiento de Hornos Crematorios, con certificaciones y garantía de calidad.
Oferta educativa
El curso de Cremación y Mantenimiento de Hornos Crematorios cuenta con una formación complementaria en recogida y traslado de cadáveres; procesos y técnicas en la cremación de cuerpos; uso adecuado, mantenimiento y limpieza de los hornos; manipulación y transporte de féretros; urnas y cenizas; impacto ambiental, entre otros, con el cumplimiento de leyes y disposiciones.
Todo ello se lleva a cabo a través de una completa plataforma telemática e interactiva para lograr mejores resultados durante el aprendizaje. El horario es los lunes y miércoles de 16:00h a 20:00h con una carga lectiva de 90 horas teóricas.
Al finalizar el curso, el estudiante obtendrá certificaciones correspondientes con MF2013_2, certificado de profesionalidad de BOE RD 1035/2011 (SSI0412) y certificación de la Fundación General de la Universidad Complutense de Madrid.
Cremación como profesión
Aunque las prácticas crematorias o de incineración de cuerpos comenzaron a desarrollarse en épocas muy antiguas en el norte de Europa y Asia, las técnicas para realizar dicho procedimiento eran rudimentarias. En ese sentido, las afectaciones ambientales y de salud pública eran graves, por lo que las autoridades y el sector público iniciaron vigilancia, auditorías y exigencias en la formalización de este oficio.
En esa medida, surge la profesionalización de la cremación con obligatoriedad de cumplimiento de normas de gestión de calidad, que se renuevan constantemente de acuerdo con las necesidades del entorno, la protección de la salud y las prácticas sostenibles.