Adoptar un modelo de negocio que garantice un equilibrio más justo a nivel social y que reduzca los daños ejercidos sobre el planeta es algo que se ha vuelto común en las empresas durante los últimos años.
Con la vista puesta en ese objetivo, Don Ibérico, una compañía familiar de elaboración de productos de cerdo como el jamón ibérico de bellota, ha desarrollado acciones para tener el mínimo impacto sobre el medioambiente, respetando a los animales, a la naturaleza y a las personas.
Con más de 100 años de historia, la compañía se ha esmerado en cuidar todo aquello que les rodea, manteniendo sus tradiciones, pero sin dejar de lado las últimas innovaciones y tecnologías del sector, lo cual les ha permitido ser mucho más sostenibles.
Ganadería extensiva que respeta el medioambiente
A día de hoy, la ganadería extensiva es el sistema de producción de animales más eficiente porque permite aprovechar eficazmente los recursos del territorio y las especies, con el fin de fomentar el respeto por la biodiversidad de la zona.
Partiendo de este concepto, todos los productos que elabora Don ibérico proceden de cerdos criados en libertad en las dehesas extremeñas, el Valle de los Pedroches y la Sierra Norte de Sevilla. Estas tierras tienen la ventaja de estar compuestas por una variada riqueza vegetal. Una primera fase de hierbas, semillas y espigas y una segunda fase, también conocida como montanera, que contiene bellotas que le proporcionan mayor aroma y sabor a la carne de cerdo.
Por otro lado, la compañía trabaja con proveedores locales de Guijuelo y sus alrededores, logrando así una reducción en las emisiones del transporte y apoyando el crecimiento de la producción rural.
Producción sostenible y tradicional
Las cuatro generaciones por las que ha pasado la marca Don Ibérico han trabajado bajo una premisa clara: priorizar la tradición y la sostenibilidad frente a la maximización de los beneficios. Con ello, mantienen intacta la receta de sus ancestros, combinándola con las últimas innovaciones tecnológicas, pero sin dejar atrás el trabajo de las personas.
La fabricación de su jamón ibérico de bellota, entre otros embutidos, no está automatizada al 100 %, sino que una buena parte de la elaboración la realizan las personas, con ello apoyan el aumento de personas empleadas en la zona y contribuyen al cuidado del medioambiente a través del mínimo uso de maquinaria.
Por otro lado, gracias a las acciones que han desarrollado a favor de la sostenibilidad, han logrado 0 % de desperdicio alimentario. Ciertas piezas que quedan en la producción, son comercializadas a las fábricas de piensos de animales y otros productos para su reaprovechamiento.
Además, con el propósito de seguir desarrollando más acciones a favor de su sostenibilidad, la empresa se ha propuesto mejorar la independencia energética mediante la instalación de placas solares.
Asimismo, están trabajando para mejorar el packaging, logrando envases más responsables con el medioambiente, pero que garanticen una perfecta conservación del producto.
Todas estas iniciativas hacen de Don Ibérico una empresa responsable y comprometida tanto con la calidad de sus productos, como con el cuidado del planeta.