A pesar de ser una afección en la córnea que se presenta en un gran porcentaje de pacientes en todo el mundo, el queratocono no es muy conocido.
La enfermedad se relaciona con el adelgazamiento progresivo de la superficie frontal transparente del ojo y, aunque es más desconocida que otras patologías oculares, es la primera causa de trasplante ocular en personas jóvenes.
El equipo de optometristas de Avanlens conoce esta afección y emplea algunas de las herramientas tecnológicas más avanzadas del mercado para ofrecer un tratamiento adecuado a cada paciente en Madrid.
¿Cuáles son los principales síntomas del queratocono?
Ver bien es fundamental para poder disfrutar de una buena calidad de vida, por esa razón, las visitas a una consulta especializada, al menos una vez al año, son fundamentales para evitar problemas mayores. Existen diferentes afecciones que perjudican la visión, y una de ellas es el queratocono. Esta patología aumenta los niveles de miopía y astigmatismo, además de afectar a la calidad óptica, distorsionando las imágenes.
En general, daña ambos ojos, pero se extiende con mayor fuerza en uno más que en otro. Las cifras hablan de que afecta a 108 personas de cada 100.000, normalmente, en edades comprendidas entre los 20 y los 40 años. Según diversos estudios, puede ser una enfermedad hereditaria, pero no es el único factor determinante. La American Optometric Association afirma que solo en uno de cada 10 pacientes existe un componente hereditario; en los demás, su aparición se relaciona con el frote constante en los ojos por alguna alergia oculta o retinitis pigmentaria.
La importancia de las revisiones anuales
Para detectar el queratocono son muy importantes los exámenes rutinarios. Por eso, los expertos recomiendan realizar una revisión anual para determinar las variaciones en la salud del ojo y poder así informar de cualquier alteración, como presentar disminución de la agudeza visual, a pesar de utilizar gafas, tener la necesidad de frotar de manera excesiva los ojos. Como cada caso es particular, existen diferentes tratamientos que se ajustan a las necesidades individuales del paciente. Dependiendo de la fase de la enfermedad, se recomiendan gafas o lentillas en formato blando cuando está en una etapa leve. Las rígidas permeables a los gases se emplean en los casos intermedios y mejoran la percepción de la imagen. Por su parte, las híbridas cuentan con un punto semirrígido con alta permeabilidad al oxígeno y una sección blanda que, en conjunto, brindan una agudeza visual más definida en los casos más avanzados.
Es importante conocer que esta enfermedad no tiene una cura permanente. Por eso, Avanlens ofrece en Madrid un sistema de última generación para adaptar el tratamiento a cada paciente. En su página web se puede encontrar más información sobre el queratocono y los procesos para obtener las lentillas adecuadas para cada paciente.