Montse Guardiola, creadora de la comunidad Chi de lluna, experta en alquimia femenina, qigong médico ginecológico y salud holística de la mujer, facilitadora de rituales de paso y acompañante de la fisiología y la espiritualidad del climaterio.
Su causa es dar el lugar valioso y acompañar a las mujeres a entrar y transitar esta etapa sin miedos, informadas y desde los inicios.
Cuéntanos, ¿qué és el climaterio?
Es el espacio puente entre la etapa reproductiva de la mujer y su final. La menopausia es un momento puntual, justo un año después de la última menstruación. El climaterio incluye todo: los años previos, la propia menopausia y la postmenopausia.
¿Por qué invitas a las mujeres a partir de los 40 a que comiencen a conectar con el climaterio?
La mujer que entra a la senda del climaterio y conoce sus características, lo transita con mucha más sabiduría, está más capacitada para hacer el cambio desde un lugar más equilibrado y aprovecha mejor la posibilidad de enamorarse de él y vivirlo con plenitud. Si nos “hacemos las locas” y nos pilla de pleno, es más complicado tomarle el compás, vas cojeando durante muchos años y has perdido la posibilidad de transformar tu vida.
¿Qué tememos del climaterio?
En la vida de cada mujer hay un histórico de miedos, heridas y vulnerabilidades; el patriarcado ha calado muy hondo y nos ha vendido la menopausia como el fin de la belleza, el deseo, la vitalidad y la alegría. Nos la ha presentado cómo una “tara” a esconder a toda prisa, un tránsito de mal humor, locura, depresión y declive. Estar en eso, honestamente, no le apetece a nadie.
¿Qué tiene de positivo el climaterio?
Todo aquello a lo que nos invitan las hormonas, que se ponen al servicio y nos ofrecen coraje, atrevimiento, capacidad para poner límites, capacidad de afinar nuestra visión y claridad. Este momento vital nos empuja a una revolución en nuestros actos para poner orden en nuestras vidas, en nuestro cerebro y en nuestra alma, elevando nuestra espiritualidad.
Estas características pueden incomodar tanto a la propia mujer, que siente que está de duelo con su niña complaciente, como a su entorno, que pierde la complacencia de esa mujer.
En la mirada de la medicina clásica china, se considera este recorrido como “la segunda primavera” de la mujer, pura poesía.
¿Qué cuidados básicos debe tener en cuenta una mujer desde los inicios del climaterio?
En primer lugar, cuidados del alma y del espíritu: afinar la escucha y hacerse mucho caso, atender a su intuición sin negociar con nadie, darse tiempos de soledad, encontrar espacios entre iguales y actividades que la conecten con el placer. Eso la va a hacer entrar en coherencia y no va a estar con el hígado repleto de ira y enfado, cosa muy común en las mujeres que no se cuidan en este sentido.
Luego, la importancia del cuerpo físico. Una nutrición adecuada a esta etapa: generalizando mucho, alimentación antiinflamatoria, un buen cuidado de la microbiota, hidratos de bajo índice glucémico, proteínas de calidad y grasas saludables. Ejercicio físico de fuerza óptimo y qigong específico para la mujer en la segunda primavera para armonizar y cuidar articulaciones, tendones, ligamentos, estructura, el sistema energético y la energía sexual.
¿Algo que desees compartir a las mujeres que están entrando en esta etapa?
Sí, les diría que no le teman, que se atrevan, que se reúnan con mujeres que ya lo hayan transitado, que usen “climaterio” con el mismo tono que mencionamos algo para celebrar, que busquen lugares donde hacer los duelos de esta etapa y también recolectar los tesoros. Y así, entre todas, podamos darle el lugar que se merece, que merecemos, que nos corresponde, sin dudar, que llevemos el tema a las sobremesas, a las reuniones, que nos sintamos orgullosas y soberanas de ser “climaterianas.”
La revolución de la mujer pasa por visibilizar, honrar y poner en primera fila la maravillosa impecabilidad de la expresión de la vida, del otoño y del verano tardío del universo, encarnados en la mujer mientras va madurando.
Climateriana. Ser soberana del climaterio es cosa de todas.
Ser mujer y encarnar el climaterio en época de hostilidad patriarcal es una elección, una decisión a tomar en la vida de una mujer.
La revolución del femenino profundo es un tesoro escondido entre nudos, espinas y centrifugados, entre idas y venidas, entre sacudidas de alfombras de polvo añejo acumulado, visitas al inframundo, miradas honestas y una cantidad de visión que, a ratos, abruma hasta a la más valiente.
Las mujeres atesora un diseño tan impecable en su universo corporal, espiritual y emocional, que la naturaleza nos abastece y organiza a las hormonas adecuadas para que nos atrevamos, nos entrega los dones para que le demos lugar a la verdad, ordenemos nuestras vidas y creemos un escenario donde poder hacerlo, sin negociaciones, sin filtros, sin engaños.
¿La vamos a seguir “ninguneando”? ¿Vamos a hacernos las locas con lo que nos ofrece? ¿Y si entramos por la puerta grande, orgullosas, sin escondernos? ¿Y si nos celebramos sin darnos el pésame? ¿No es revolucionario?
Tomemos esta oportunidad y entremos por la alfombra roja a este umbral repleto de saberes, cosas a aprender y medicina espiritual, cuidémonos desde antes que llegue esta etapa, igual que nos preparamos para los partos, para la lactancia, preparémonos para nuestra gestación, la propia, la gestación de la mujer soberana del climaterio.
En los últimos ocho años de mi recorrido acompañando este momento vital, comprendo la necesidad de abrir el camino a las mujeres que se resisten a encarnarlo, en especial a las mujeres a partir de los 40.
Solemos relacionar el climaterio y la menopausia con declives, pérdidas, dramas, sufrimiento, locura, irascibilidad, malhumor y duelos. Esto forma parte de la huella patriarcal y de la invisibilidad y la clandestinidad a las que ha sometido a esta etapa vital.
Comenzar a comprender la entrada a este momento, prepararse, darle la bienvenida, conocer sus peculiaridades y honrar lo que nos ofrece, importa, puede cambiar este tránsito, recorrerla con amabilidad, escucha profunda y ponerla a favor de la salud física y emocional.
Hacernos las locas con el climaterio, temerle y resistirnos a lo que nos ofrece, puede ser devastador, prepararnos, tomarle el compás, caminarlo con orgullo, puede facilitarnos la alegría de vivir, el gozo, lo salvajemente bello y verdadero.
Cuidémonos, atrevámonos, no le tengamos miedo, será nuestro gran aliado, nuestro amante. Nutrámonos adecuadamente, vayamos a favor, entrenemos el cuerpo, entrenemos el alma, hagámoslo juntas, orgullosas de “encuerpar” la segunda primavera, no lo hagamos solas, busquemos un círculo, tribu, estar entre iguales, sin juicios, con todos los permisos para ser real y nombrar.