La pandemia ha obligado a muchas empresas a replantear su modelo de negocio y a reinventarse para mantenerse a flote. Reorientar su actividad, ofrecer otros productos, vender por otros canales, etc. Una forma de conseguirlo y acelerar el progreso de las corporaciones es apostar por el Intraemprendimiento, es decir, que los empleados desarrollen actividades emprendedoras dentro de la organización para la que trabajan, con el objetivo de innovar o abrir nuevas vías de crecimiento empresarial.
El Intraemprendimiento se puede llevar a cabo tanto en grandes compañías como en pequeñas y medianas. Y, para impulsarlo, no es necesario realizar inversiones ni contratar servicios externos, ya que, se trata de que sea el propio equipo el que guíe a la organización hacia nuevas ideas de negocio. Aun así, hay entornos en los que esta práctica se desarrolla de manera natural. Un claro ejemplo lo puede encontrarse en parques científico-tecnológicos como el de Gijón. Un entorno empresarial líder gestionado desde la sociedad municipal Gijón Impulsa, que refleja que las ventajas de esta iniciativa emprendedora son una realidad para crecer, también, a nivel interno.
Los expertos de Gijón Impulsa lo tienen claro, y por ello, exponen el verdadero porqué de poner en marcha el Intraemprendimiento en las empresas para fomentar la innovación en distintas áreas.
Para empezar, ayuda a detectar las ideas más potentes provenientes del equipo. Incluir a la plantilla en la toma de decisiones no solo incrementa el engagement de los empleados, sino que también ayuda a identificar a aquellas personas que tienen un carácter emprendedor y, por lo tanto, creativo. Una forma de estimular estas conductas puede ser a través de programas de Intraemprendimiento. Así la empresa podrá detectar fácilmente aquellas iniciativas que ayuden a fomentar un desarrollo empresarial vanguardista, y ponerlas en práctica con el apoyo de aquellos empleados que hayan tenido la idea. Este modelo de trabajo completamente transversal, además de impulsar la creatividad de los trabajadores, garantizará que la renovación constante forme parte de la esencia de la organización y esta pueda crecer a un ritmo acelerado.
También potencia la motivación y, en consecuencia, la productividad aumenta. Se trata de un factor que depende principalmente de la fuerza laboral. Por ello, cuando estos participan en la innovación y desarrollo de la empresa, la motivación aumenta, entre otras razones, porque se les está dando visibilidad y reconocimiento desde la corporación. Por ello, aquellas que estén localizadas en ecosistemas de innovación como los parques científico-tecnológicos, donde las sinergias con otras compañías favorecen la creación de proyectos y un ambiente de trabajo sano, verán de manera más evidente el aumento en su productividad. Un punto importante que también les ayudará a la hora de dar a conocer y promocionar sus nuevos productos y servicios en el sector.
Además, favorece la detección de nuevas oportunidades de negocio. El papel de las instituciones públicas puede ser decisivo en este apartado, ya que, son muchas las que disponen de programas de ayudas para que estas nuevas vías puedan formalizarse. Entre las distintas opciones a nivel nacional destaca, Gijón Impulsa, que a través de sus servicios de aceleración de proyectos y financiación trabaja junto a pequeñas, medianas empresas y emprendedores para que puedan tener una presencia fuerte en sus sectores. De esa manera serán capaces de iniciar nuevos proyectos para renovarse y salir adelante tras el impacto de la pandemia. Este tipo de iniciativas de apoyo financiero también son una manera de que, tanto proyectos consolidados como nuevos, avancen hacia unos modelos de negocio en constante evolución, siendo capaces de dejar atrás aquellas estrategias o actividades que quedaron obsoletas.
Otra razón es que construye una imagen de marca más atractiva para la captación de talento. Cuando las empresas llevan a cabo acciones como el Intraemprendimiento, atraen a nuevos perfiles que comparten esta misma visión. Y algo muy importante: reafirman las convicciones de los que ya forman parte de esta. En este sentido, los parques empresariales son los espacios idóneos. Y es que pueden actuar como agentes clave para proyectar la imagen que la corporación quiere comunicar al exterior. Esto puede producirse de manera eficaz gracias a las relaciones entre aquellos proyectos localizados en el mismo espacio, ya que, se fomenta que corra la voz entre otras entidades del mismo sector, e incluso puede dar lugar a futuras colaboraciones entre ellas. Por otro lado, trabajar en la comunicación corporativa de la organización también atraerá a aquellos perfiles que compartan los mismos valores, entre ellos, el potenciar el emprendimiento para seguir innovando. En este ámbito también juegan un papel relevante los centros educativos y de formación reglada que se encuentran en las inmediaciones de las compañías. Es el caso de la Escuela Politécnica de Ingeniería y la Facultad de Turismo y Ciencias Sociales Jovellanos, ubicadas en la Milla del Conocimiento Margarita Salas de Gijón/Xixón, convirtiéndola en el lugar perfecto para la creación de spin offs. Estas iniciativas empresariales desarrolladas por miembros de la comunidad universitaria ofrecen a los estudiantes la posibilidad de poner en práctica sus conocimientos en el ámbito empresarial, al tiempo que facilita la retención del talento dentro de la institución.
Para concluir, impulsa el desarrollo tecnológico y la digitalización. Un factor muy relevante para aquellas compañías que creen haberse quedado atrás en la evolución tecnológica. Aquí es esencial la formación de la plantilla y también aprovechar los conocimientos que muchos perfiles ya pueden tener para impulsar la innovación en este ámbito. De esta manera, el talento se distribuye dentro de la misma organización y se trabajan valores como la empatía mientras se avanza hacia un equipo más formado en competencias tecnológicas. Otra manera de afrontar este proceso es participando en formaciones provenientes de instituciones públicas, ya que, en muchas ocasiones no suponen un coste adicional para la empresa. Formaciones en programas específicos, sacar un mayor rendimiento a los nuevos dispositivos, conocer nuevas tendencias u obtener conocimientos básicos, son algunas de las opciones. Estimulando este aprendizaje las PYMEs podrá introducir la última tecnología con una plantilla receptiva y competente y se favorecerá que en un futuro sean los propios miembros del equipo los que propongan nuevas tecnologías para mejorar alguna área del negocio.