La Ley de Sociedades de Capital que regula la reducción de capital de una sociedad hace referencia a la modificación estatutaria para reducir los recursos llevada a cabo en una empresa.
Por lo general, este tipo de procesos tienen como finalidad restablecer el equilibrio entre el capital y patrimonio neto de una sociedad, que haya podido verse afectado por una mala situación económica.
De acuerdo con profesionales del ámbito jurídico, se trata de una operación exhaustiva que, a su vez, puede acarrear perjuicios en contra de accionistas y terceros acreedores, en caso de incurrir en posibles errores. Por esta razón, cobra una gran importancia el hecho de contar con el servicio de asesores expertos en materia fiscal, laboral, contable y mercantil para empresas, que puedan llevar a cabo de forma exitosa el procedimiento de reducción de capital en sociedades.
En el caso de MZG Asesores, su equipo con sede en la ciudad de Madrid se encuentra en completa disposición y capacidad de ofrecer asesoría a empresas y autónomos, para la gestión de todo tipo de trámites administrativos y legales.
Razones por las que se produce una reducción de capital en sociedades
En primer lugar, para que pueda producirse una reducción de capital es necesario que los miembros de la junta directiva hayan establecido un acuerdo previo y ajustar el capital a la situación financiera real de la empresa. De igual forma, todo el procedimiento debe apegarse a los controles legales existentes, para así evitar perjudicar a los accionistas y acreedores.
Una de las principales razones por las que una sociedad puede decidir iniciar una reducción de capital, es la de compensar pérdidas que hayan provocado un evidente equilibrio entre el capital y el patrimonio neto. Asimismo, otra de las razones suele ser la dotación de la reserva legal, teniendo en consideración que toda empresa debe tener destinado para ello al menos el 20% del total del capital.
Registro de la reducción de capital
El procedimiento de reducción de capital de una sociedad, suele ocurrir en dos escenarios: porque resulta recomendable o necesario. En cualquier caso, se produce una modificación de los estatutos de la empresa y siguiendo las formalidades del caso, el trámite debe ser presentado ante un notario para que quede fijado como escritura pública.
Finalmente, los nuevos estatutos financieros de la sociedad deben ser inscritos en el Registro Mercantil, para dar cumplimiento a todas las exigencias de ley.