Casi a mitad de año y según las estadísticas, el 90 % de las personas han abandonado aquellos propósitos de Año Nuevo. Y es que establecer nuevos hábitos, nuevas rutinas, el crear cambios en la estructura cerebral, parece que no es tarea fácil.
Hoy se va a entrevistar a Emilio Calvo, coach, escritor y conferenciante, que además imparte talleres presenciales donde asegura que las personas consiguen crear ese cambio que tanto se resiste en un solo fin de semana.
Emilio, ¿cómo es esto posible?
Pues aplicando la ciencia y el sentido común. Todas las decisiones que tomamos a lo largo de nuestra vida son las responsables de nuestros resultados, nunca son las circunstancias. Por ejemplo, tú me puedes decir que estás atado a un trabajo porque tienes que pagar una hipoteca, pero hay personas que ante el mismo hecho y con las mismas circunstancias son capaces de dar ese paso que a ti tanto te cuesta. Esa persona toma una decisión distinta a la tuya y tendrá otros resultados.
Entonces tenemos que preguntarnos ¿Qué hay detrás de que unas personas tomen unas decisiones y tengan unos resultados y otras personas tomen otras?
Y aquí es donde entra de lleno la neurociencia y la P.N.L (programación neurolingüística) para ayudarnos a romper esos circuitos neuronales creados en nuestra infancia y que influyen, sin que nos demos cuenta, en los miles de decisiones que tomamos a diario.
Así explicado se ve muy fácil, o al menos simple. ¿Podría explicarnos más?
Es que realmente es simple. La mayor parte de nuestros aprendizajes están grabados en el inconsciente. Este no razona, solo graba, graba, graba …
Entre los 3 y los 7 años, cuando el neocórtex apenas empieza a activarse, se han grabado en nosotros una serie de patrones mentales y emocionales a través de sinapsis neuronales (conexiones entre las neuronas) que ni siquiera sabes que están ahí, pero que influyen en si te gusta el dulce o el salado, o si ante una oportunidad das un paso al frente o hacia atrás.
En si te gusta tomar riesgos para montar un negocio o prefieres la seguridad de una nómina. Entre si ves a tu pareja como amiga, o como enemiga, etc., etc.
Descubrir esos patrones y cambiarlos, es la clave de todo.
Fascinante… ¿Cuáles son los pasos, o las técnicas que emplea usted para esto?
Hay dos pasos. Primero identificar qué patrones tiene la persona grabados en su inconsciente. Aquí yo utilizo el coaching y distintas dinámicas que ayudan a la persona a descubrir cuáles son esos patrones y de dónde vienen.
El segundo paso sería romper esos patrones y cambiarlos por otros nuevos, que la persona decida. Y aquí entra en juego la neurociencia.
El cerebro y la mente aprenden de dos maneras: o por repetición o por un alto impacto emocional. Puedes leerte un libro docenas de veces y te lo aprenderás, o puedes leerlo una sola vez y que te cause una emoción importante y se te grabe. Puedes aprender a sobre una situación porque la vivas muchas veces, o vivirla una sola vez con un impacto emocional y que se te quede. Por ejemplo, nadie recordará dónde estaba el 11 de septiembre del año pasado a mediodía, pero si te pregunto por el 11 S hace 22 años cuando las torres gemelas, todos lo recordamos.
Teniendo en cuenta esto podemos crear un impacto emocional dirigido justo en el momento en el que la persona quiere grabar su nuevo patrón.
Por ejemplo, una persona siente falta de confianza, tiene la autoestima baja, o simplemente es bastante dubitativa. Imagina que tras unas horas de técnicas y ejercicios tiene que caminar sobre 4 metros de brasas sin quemarse. Su cabeza le dirá que es imposible. En ese momento se puede producir una lucha entre los antiguos patrones de duda y el nuevo de seguridad que quiere crear.
Cuando realiza su camino sobre esas brasas por encima de los 200 grados y no se quema, aprende a crear un clic mental, que luego estará disponible ante cada situación donde antes dudaba.
Los cambios son realmente increíbles, inmediatos, y lo mejor: duraderos en el tiempo.
Emilio, parece magia… nos habla usted de caminar sobre brasas.
Bueno, hay otros métodos. Hay terapeutas que usan la hipnosis para crear nuevos patrones. Otros la respiración y la meditación. Yo me enamoré de estas técnicas cuando vi lo que hicieron en mí y en mi familia, y creé mi propio método, el método ACTIVA, que reúne lo mejor que recibí en aquellos años. Pero no es magia, es ciencia aplicada, sentido común, y ahí están los resultados. Ni creerías los testimonios que vivo a diario. Para mí es importante que los cambios se produzcan en el momento, no soy creyente de los procesos, me gusta la rapidez.
¿Qué tipo de personas acuden a estos cursos?
Todo tipo. Vienen personas con problemas de pareja, con problemas económicos, otras que no consiguen el físico que quieren, otras con problemas de familia, otras que no consiguen alcanzar sus objetivos, empresarios que no entienden por qué no mejoran sus resultados, y luego también vienen muchas personas que no tienen problemas concretos, a los que todo parece irles bien, pero que internamente sienten sin saber cómo explicar, que les falta “algo”. Ese era mi caso cuando busqué estas herramientas.
Hemos visto en sus redes sociales que en solo tres días las personas consiguen dejar atrás todos estos problemas ¿Cómo es posible que personas tan distintas con problemas tan diferentes, consigan mejorar en aspectos que no tienen que ver entre ellos?. Y … ¿Solo caminando por el fuego?
No, hombre, no, entiendo que esa dinámica te haya impactado. Pero no es solo eso, ni solo esa dinámica. Imagino que habrás visto en mis Redes Sociales que ahora estamos hablando de Activa Tu Vida, mi curso “estrella” el que cambió mi vida, y que solo hago una vez al año en España, en este año 2023, en junio.
En solo 3 días las personas viven una transformación que el domingo no reconocen la foto que les hacemos el viernes a su llegada. Es un viaje de inmersión completa de tres días, donde aceleras tu vida en tu desarrollo personal 10 años.
Imagina la cantidad de ejercicios y dinámicas que vives en tres días. Trabajamos las Creencias, y se cambian en directo. Los valores, y se cambian en directo. Aprenden a cambiar un estado emocional de tristeza por otro de alegría y empoderamiento en un minuto. Trabajamos la pareja, las cargas familiares, la abundancia, la salud ….
Por eso todas las personas viven un cambio, vengan por el motivo que vengan.
Y hay algo que me gustaría recalcarte. Cuando estoy interviniendo a una persona en la sala de cualquier tema (imagina por ejemplo maltratos), toda la sala aunque no tengan ese problema en su vida, están llevándose cosas y sanando emociones. Esa es la magia de estos eventos.
¿Sería posible que nos pusiera algún ejemplo, sin nombre, de cambios vividos?
Sería complicado elegir porque ya he ayudado a casi 5.000 personas. He visto a docenas de personas en cada curso dejar atrás ansiolíticos tras años de medicación. He visto parejas rotas sanar, y parejas romper también, pero sin rencores ni tanto dolor. He visto a padres e hijos abrazarse como nunca y transformar sus relaciones. Empresarios a los que parecía que todo les iba bien, hacer este curso y luego multiplicar por cuatro sus negocios. Mujeres maltratadas, recuperar su poder y su autoestima… ¡Uf! Son tantos, imagina cómo me siento como ser humano, pudiendo tener el privilegio de ayudar a tantas y tantas personas.
¿Y por qué estas técnicas no se aplican en lo público, y sobre todo en la educación?
Esta pregunta daría para hablar largo y tendido. Hay muchos que creen que “al sistema” no le interesa un pueblo empoderado. Yo creo que tiene más que ver con la cultura. En EEUU se llenan estadios con más de 20.000 personas para un evento similar a este. Aquí, aunque el gobierno no te lo subvencione, ¿qué te frena a ti para ir por tu cuenta libremente?
Lamentablemente, tenemos que admitir que nuestra sociedad es bastante conformista. Todo el mundo quiere ganar más dinero si le preguntas, pero ¿hacen algo concreto para lograrlo? Todo el mundo te dirá que quiere mejorar su relación de pareja, ¿pero hacen lo que hay que hacer, o esperan a ver si el otro cambia?
En estos cursos las personas aprenden a empoderarse y a hacerse 100 % responsables de sus resultados. Pero antes de venir, cuando tienen que dar el paso y comprar una entrada, aún no tienen ese empoderamiento y esa seguridad, y su mente les juega una mala pasada. El refrán “prefiero lo malo conocido que lo malo por conocer” es muy real. El cerebro y la mente, ante un cambio, se van a defender. Vas a oír en tu cabeza frases como: “no es mi momento, me gustaría, pero ahora no puedo, no estoy tan mal, no tengo dinero…”
Los que dan el paso y viven estos cambios, luego no comprenden a las personas que no lo dan. Pero ellos mismos se estuvieron resistiendo mucho tiempo a darlos.
Así que no creo que esto tenga que ver con un complot “del sistema”, sino con un gran conformismo que vivimos como sociedad. El que quiere realmente crear un cambio, lo crea. Las herramientas están al alcance de cualquiera.