Uno de los meses más especiales del año es septiembre, ya que significa dejar de lado el descanso y la relajación propios del período vacacional para volver a la rutina.
Esta combinación resulta difícil para muchos trabajadores que se ven abrumados por conciliar la vida personal y la profesional, retomando los horarios y las acciones cotidianas, provocando síntomas propios de la depresión post-vacacional como desmotivación, apatía y hastío, entre otros. Por tal razón, la experta en formación de alto impacto y coach motivacional Sandra Marín Valiente brinda una serie de claves para preparar la vuelta al trabajo en septiembre de la mejor manera.
¿Qué es la depresión post-vacacional?
Dado que las vacaciones son un momento muy esperado por la mayoría de las personas, su finalización puede generar la aparición de algunas emociones poco agradables que dificulten la vuelta a las actividades diarias y, sobre todo, al trabajo. Estos síntomas son conocidos comúnmente como síndrome o depresión post-vacacional, término que alude al estado de ánimo que se desarrolla durante el proceso de adaptación entre los dos periodos. De esta forma, los trabajadores pueden sentirse estresados, irritables, con ansiedad y falta de energía de forma transitoria.
Sin embargo, toda crisis es una oportunidad y este caso no es la excepción, ya que es posible aprovechar el momento para trazar nuevos objetivos y planes, además de proponerse un cambio de hábitos para contar con la motivación necesaria para lograr un buen rendimiento laboral. Con este fin, es fundamental contar con la ayuda de profesionales que cuenten con un método probado como Sandra Marín Valiente, quien garantiza una correcta gestión de las emociones para volver a entusiasmarse con el trabajo y la cotidianidad.
Afrontar la vuelta al trabajo adecuadamente
Elaborar un plan para readaptarse a la rutina laboral es fundamental para lograr que la vuelta de las vacaciones resulte más sencilla. En este aspecto, es primordial entender que el malestar al regresar al trabajo es una sensación normal y transitoria, que durará hasta que el cuerpo y la mente se adapten a las actividades cotidianas. A su vez, resulta importante ajustar los patrones de alimentación y sueño lo antes posible, ya que afectan directamente sobre el descanso y, por ende, terminan influyendo en la productividad al día siguiente. Con este fin, es recomendable regresar de las vacaciones unos días antes, para ir cambiando los hábitos gradual y progresivamente.
Por otra parte, es aconsejable planificar tareas y establecer prioridades, además de plantearse objetivos realistas y alcanzables a mediano plazo. Asimismo, volver al ámbito laboral no implica dejar de lado los momentos de ocio y descanso, por lo cual resulta apropiado realizar deportes, pasar momentos con amigos o realizar consumos culturales de cualquier tipo.
Por lo tanto, Sandra Marín Valiente posee una amplia experiencia en sesiones de coaching para los casos en los que los miembros de la oficina se encuentren desmotivados después de volver de sus vacaciones.