En especial por parte de las personas transgénero que buscan un entrenamiento vocal que les ayude a encontrar un equilibrio entre su voz, su personalidad y su identidad, la demanda en feminización de la voz ha ido en aumento en los últimos años.
Dentro de las actuales soluciones o propuestas para feminizar la voz, está la Logopedia y determinados métodos quirúrgicos como, por ejemplo, la Glotoplastia de Wendler, los cuales tienen por objetivo agudizar la voz.
Mariela Astudillo Ramírez, logopeda y vocóloga fundadora de Femivoz, defiende la feminización de la voz sin necesidad de cirugía. En efecto, las intervenciones como la cricotiropexia o aproximación tiroidea y la glotoplastia no garantizan resultados feminizantes y, además, suelen conllevar efectos secundarios importantes.
La logopeda y vocóloga Mariela Astudillo creó el Método Astudillo hace 18 años para mantener las cuerdas vocales sanas y el gesto vocal intacto en su dinámica muscular, funcional y orgánica con el fin de conseguir una voz femenina y natural. Cada año ayuda a miles de personas a feminizar sus voces en tan solo 10 sesiones.
Las diferentes fases del Método Astudillo
El Método Astudillo busca conseguir una coherencia entre la personalidad, la voz y forma de expresarse, independientemente de la edad o de la identidad de la persona. Así, lo.a.x.s aprendices que acuden a Femivoz son de identidades diversas: transgénero, cisgénero, bigénero, no binaria, transformistas, género fluido…
Para llevar a cabo el proceso, primero se realiza una cita completamente gratuita por medio de cualquier plataforma de videoconferencia. En este encuentro, la logopeda y vocóloga Mariela Astudillo explica en qué consiste y cómo funciona el entrenamiento vocal de feminización de la voz. También contesta a todas las dudas y analiza la voz de la persona para definir los elementos a trabajar y conseguir una voz femenina y natural. A partir de allí, se da inicio a un entrenamiento vocal de 10 sesiones (de media), a razón de una sesión de 30 minutos por semana.
La primera fase es la “fase de exageración”. Durante esta, se empieza el entrenamiento vocal de feminización de la voz y del habla. Se trabaja en el ritmo, la melodía, la articulación, las mímicas faciales y otros aspectos, de manera exagerada. La finalidad de esto es sacar a la persona de su zona de confort y empezar a crear cambios.
En las siguientes semanas ocurre la “fase de personalización”. En este punto, los cambios en la voz empiezan a ser notorios para el entorno, por lo que es hora de personalizar los resultados. Esto se consigue con una serie de ejercicios realizados a diario en casa.
El proceso de feminización de la voz con el Método Astudillo finaliza con la “fase de automatización”. Llegado este momento, se trabaja la voz emocional y se enseña a utilizarla en todas las situaciones de la vida diaria. Esta es la fase final del entrenamiento y es la más íntima, debido a que es cuando la persona se adueña completamente de su voz.
Los resultados obtenidos a través del Método Astudillo
Entre los resultados más comunes que se obtienen con el entrenamiento de feminización de la voz mediante el Método Astudillo, se destaca una voz más clara, más melódica, mayor calidad vocal, mejor articulación y mayor naturalidad. Se trata de un método completo que busca la feminización del gesto vocal en su globalidad consiguiendo una mímica y una gestualidad más femeninas, una tonicidad muscular adecuada (importante para la calidad vocal), una intensidad adaptada, una resonancia óptima, mejor proyección de la voz y menos cansancio al hablar. En definitiva, se trata de una metodología basada en las necesidades vocales y emocionales de cada persona.