Las fobias específicas y comunes son tipos de trastornos de ansiedad en los que una persona se siente ansiosa o en pánico ante un evento pasado. Se trata de una condición que forma parte de las patologías psiquiátricas comunes. Al igual que ocurre con los casos de ansiedad y depresión, los de fobias están en ascenso.
Para combatirlas, los expertos de Ethos Psicólogos señalan que una de las técnicas que ha adquirido mucha importancia en los últimos tiempos es la EMDR. Estos especialistas dicen que es una forma rápida y eficaz para conseguir estabilidad emocional en pacientes.
En qué consiste la técnica EMDR
Las siglas EMDR traducen al término anglosajón (Eye Movement Desensitization and Reprocessing) que traducido al español significa Desensibilización y Reprocesamiento por los Movimientos Oculares. Es una técnica terapéutica que consiste en trabajar con movimientos voluntarios de los ojos para reducir los niveles de angustia que producen los pensamientos negativos.
El procedimiento de EMDR utiliza estimulación bilateral visual, táctil y/o sonora para disminuir el carácter perturbador y la validez o peso de esos pensamientos. Mediante la estimulación bilateral se genera un estado fisiológico que facilita el procesamiento de los recuerdos traumáticos. Explican que la información traumática no adaptativa sobre eventos pasados que han sido mal almacenados por el cerebro, es desplazada a las vías neurofisiológicas apropiadas.
Cuando esto ocurre, se elimina la sintomatología que el paciente tiene, como por ejemplo, la ansiedad crónica o la depresión aguda. También contrarresta la falta de autoestima y el fenómeno conocido como flashback. Los expertos de Ethos Psicólogos destacan que su eficacia ha sido avalada recientemente por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Ventajas del EMDR aplicado en fobias comunes y específicas
Esta terapia de tercera generación, trae beneficios sólidos a personas que padecen un miedo crónico a conducir un vehículo, hablar en público, nadar o atragantarse. Indican que estas reacciones tienen su origen en experiencias traumáticas que se han vivido de manera individual o grupal. Específicamente, en situaciones violentas como accidentes, situaciones humillantes, confrontaciones físicas, violaciones o agresiones recibidas.
Además de eliminar efectivamente la sintomatología que genera la información mal procesada y almacenada en el cerebro, esta técnica posee otras bondades importantes. El equipo de Ethos Psicólogos detalla que a mediano plazo contribuye a eliminar las conductas desadaptativas como adicciones, trastornos alimentarios y desórdenes compulsivos. Así mismo, ayuda con los problemas de sueño y las llamadas conductas de evitación.
Otra de las bondades de esta terapia es que es un procedimiento nada invasivo. En pocas sesiones el paciente puede apreciar sus efectos positivos, que es cuando el individuo experimenta que los recuerdos mal procesados llegan a un punto neutral. De esta manera, la persona eleva su calidad de vida. En este centro especializado aseveran que sus beneficios se mantienen a largo plazo.